Los yihadistas que desde el 24 de diciembre de 2016 contaminaron las aguas del río Barada –fuente del preciado líquido para los más de 7 millones de habitantes de Damasco, la capital siria, y su periferia– y volaron los canales de suministro dieron a conocer un texto denominado «Declaración de Barada» donde anuncian las condiciones que pretenden imponer.

En Damasco, 5,6 millones de civiles llevan 2 semanas sin agua corriente. Recurriendo a camiones cisterna, las autoridades han logrado distribuir a la población ciertos volúmenes de agua no potable, una o 2 veces en 15 días y a razón de 50 litros por familia. Aparte de los bidones que han podido llenar así de agua utilizable sólo para su higiene personal y algunas tareas domesticas, la población de Damasco está viéndose obligada además a comprar agua mineral para beber.

Según la «Declaración de Barada», los yihadistas sólo permitirán que los equipos especializados limpien y reparen las fuentes de agua del Barada si el Ejército Árabe Sirio pone fin a sus acciones combativas, en otras palabras… si la República Árabe Siria se rinde.

En carta dirigida al Consejo de Seguridad de la ONU, la República Árabe Siria denuncia que esta nueva operación ha sido planificada por las potencias extranjeras que apoyan y arman a los yihadistas.

Entre los 7 grupos yihadistas que firman la «Declaración de Barada» figuran los «Cascos Blancos» (o White Helmets), que se anuncian como un grupo de “defensa civil”. Esta «ONG humanitaria» (sic) fue creada y es dirigida por James Le Mesurier, oficial del MI6 distinguido en 2016 por la reina Isabel II con el rango de Oficial del Imperio Británico. Estos Cascos Blancos o White Helmets se dedican sobre todo a publicar en internet videos con imágenes sangrientas que supuestamente muestran los «crímenes del régimen» y de los que se ha demostrado que están realizados con actores y con fines de propaganda.

En todo caso el hecho que esta «ONG humanitaria» haya firmado la “declaración” de los yihadistas demuestra definitivamente su implicación en el conflicto como parte beligerante.

La participación de sus miembros en los combates ya había sido debidamente documentada y el ministerio ruso de Defensa había señalado que este grupo «humanitario» es en realidad «cercano a al-Qaeda».

Estos White Helmets cuentan con financiamiento de Alemania, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Japón, los Países Bajos y el Reino Unido.

El 19 de octubre de 2016, el presidente de Francia Francois Hollande y su ministro de Exteriores Jean-Marc Ayrault, así como la presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional, Elisabeth Guigou, recibieron en la sede de la presidencia de la República una delegación de miembros de los White Helmets, acompañados del presidente del comité “civil” de Alepo (sic), Hagi Hasan Brita, presentado a la prensa y al público francés como «alcalde de Alepo».

Francia incluso llegó a proponer a estos White Helmets como candidatos al Premio Nobel de la Paz.

A la luz del derecho internacional, privar de agua a los civiles es un crimen de guerra.

De izquierda a derecha, la señora Elisabeth Guigou, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional; el presidente francés Francois Hollande; el autoproclamado “alcalde de Alepo” Hagi Hasan Brita; un miembro de los “White Helmets”; y el ministro francés de Exteriores Jean-Marc Ayrault.