Profesionales de distintos medios y experiencias de comunicación de diferentes nacionalidades se expresaron sobre la crisis de los medios tradicionales, el desarrollo de discursos y experiencias alternativas, las variedades profesionales en el extranjero, la relación entre fútbol y periodismo, entre otros aspectos de la esfera mediática.

Al analizar la crisis del actual modelo periodístico, Roberto Caballero, periodista, inició el debate. “El sistema de medios tradicional es una fórmula agotada porque hoy le sirve más a las empresas que a la gente. El periodismo del que nos enamoramos está en crisis porque las empresas pretenden que nos convirtamos en repetidoras de sus necesidades. Muchas veces el desafío y el compromiso es poder meter parte de la verdad social en la verdad del medio” expresó.

Oscar Muiño, periodista y analista, consideró que “la credibilidad cuesta años, décadas, a veces siglos, en ser construida y se pierde en segundos. Y la prensa norteamericana perdió gran parte de su credibilidad porque entró en contraste en el imaginario colectivo con la prensa de la última etapa de la guerra de Vietnam. Pero ojo que los errores se pagan si hay alternativa, y la crisis no fue acompañada de otros medios que surjan como alternativa seria, a excepción de Al Jazeera. La lucha de la comunicación, que tiene mucho que ver con la conciencia, es parte de una lucha mucho más general”.

En su participación, el periodista Atilio Bletta señaló que “hay una manipulación de la opinión pública en Estados Unidos en la que colaboraron las grandes empresas periodísticas y algunos periodistas muy importantes. Y a partir de hechos puntuales (como la última matanza del ejército norteamericano), estas empresas se montan de ese barrilete para cuestionar de vuelta y quedar bien paradas como creo que más o menos están zafando”.

Finalmente la periodista Valeria Parente rescató “otro periodismo, el de la crónica, de la narrativa, que consiste en buscar el lado B de la realidad. Y es una pequeña luz para seguir, más allá de las condiciones de producción, y de los obvios intereses y las agendas de las empresas. Los periodistas somos empleados, es necesario ser concientes de esa condición y no creer que pertenecemos a esa elite porque las decisiones no pasan por nosotros”.

Tras los primeros debates generados, Héctor Sosa, responsable del área de Comunicación de la UTPBA, interpeló a la activa audiencia de Radio Cooperativa con un ejemplo de manipulación mediática, en el que se involucraba a un león, un tigre y a ficticios gobiernos y empresarios de medios necesitados de dispersar la atención de la opinión pública. Su intervención continuó con la descripción de una serie de mentiras mediáticas aportadas por los oyentes como el salariazo, la victoria en Malvinas, la apuesta al dólar, la teoría del derrame y la eficacia de ciertos medicamentos, entre otras falacias.

En otro tramo del especial de Sin Zapping, se analizaron diferentes visiones sobre los medios alternativos. El periodista Jorge Benedetti, responsable del portal Nuestra América, se preguntó “cómo construir otro armado periodístico, romper la lógica del periodismo clásico, volver a interpretar un tema, un autor, dejar de comprar con el manual del almacenero? La primera dificultad que tiene un periodista es poder ser libre del lenguaje, antes que nada, un nicho lo define el mercado, el lector es un consumidor de noticias. Lacan hablaba de la forma como el borde del contenido. En ese manejo de la forma con esta herramienta que es la palabra, vamos a empezar a ser distintos, en el límite finito de comunicarse con quién está acostumbrado a percibir la realidad de una manera única”.

Laura Caniggia, integrante de la revista Despierta Buenos Aires, enfatizó que “la base está en el contenido, la lucha por diferenciar la comunicación, más allá de las plumas o de quien lo diga, está en cómo se diga y para qué”.

Nahuel Sosa, integrante del Centro Cultural El Surco indicó que es necesario “no ser marginal, tener cierta calidad en los aspectos estéticos, políticos, tener una idea de organización porque pueden existir un millón de medios muy lindos pero si no tienen claro en contra de qué están peleando, a la hora de dar cuenta de la transformación de un cambio social y de incorporar nuevos valores de un sujeto social van a quedar muy atrasados respecto de los medios del sistema. Los alternativos no son medios que se hagan únicamente con gente que se recibe en periodismo. Al fin de cuentas son espacios de debate, de análisis político, económico, que luego se traducen en un medio”.

Carlos Gabaldón, responsable del periódico Villa Crespo, Mi barrio describió la complejidad de articular una cooperativa que incluye cerca de 20 medios barriales porteños y contó cómo desde su publicación se logró “reelaborar la historia del barrio, forjar otra versión a través de los trabajadores, la huelga de inquilinos de los conventillos y señalar desde qué punto de vista miramos la construcción de nuestro barrio, desde quiénes son los hacedores, los que construyen una sociedad”.