Zósimo Camacho
Periodista y jefe de información de la revista mexicana Contralínea. Periodismo de investigación. Es egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Se interesa en movimientos sociales, movimientos armados, seguridad nacional, pueblos indios y pobreza. (Twitter

La Presidencia de la República, cuyo titular es Andrés Manuel López Obrador, mantiene casi intacto el presupuesto que esta cabeza del Poder Ejecutivo destinaba en años anteriores a funciones de “seguridad nacional”. Es decir, gasta como si aún tuviera al Estado Mayor Presidencial. La pregunta es: ¿quién realiza ahora esas funciones, que no desaparecieron y a las cuales se les siguen asignando recursos?

El despliegue de la Guardia Nacional por todo el país, ordenado por López Obrador, tiene como principal objetivo asegurar la imposición de los megaproyectos y el sometimiento de los pueblos que se resistan, señala la vocera del Concejo Indígena de Gobierno, María de Jesús Patricio. Los pueblos darán la vida, si es preciso, pero no claudicarán, advierte.

El sistema educativo militar, en específico el que está a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), será sometido a una profunda transformación por primera vez en décadas.

El auditorio Che Guevara, de la Facultad de Filosofía y Letras, se desbordaba. Habían acudido delegaciones estudiantiles de cada una de las escuelas y facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Era 7 de abril de 1999. Por primera vez desde el inicio de las protestas por el plan Barnés y la aprobación del Reglamento General de Pagos, los estudiantes estaban jubilosos. Ya no sólo indignados. Y ya no más, tristes.

El año pasado la UNAM gastó 68 millones de pesos en pasajes aéreos y 75 millones más en viáticos. Adicionalmente, en sus inventarios figuran cientos de artículos, como “cestos de basura” y “cafeteras”, con costos unitarios de decenas de miles de pesos. La Secretaría Administrativa asegura que no existen los gastos suntuosos y que todo está plenamente justificado.

La primera vez que México hizo tratos con la industria militar de Israel fue en 1972. Adquirió a la Israel Aircraft Industries (IAI) 5 aviones de carga y transporte de tropas. En los años inmediatos vendrían 9 aviones más de este tipo, 60 morteros M-65 y un número indeterminado de lotes del subfusil de asalto conocido como Uzi. Las compras no han cesado desde entonces.

Una revolución inacabada. Pero una revolución en marcha. Sofocada aparentemente el 10 de abril de 1919, con el asesinato a traición de Emiliano Zapata Salazar y la inmediata cacería o cooptación de generales y coroneles del Ejército Libertador del Sur, la resistencia pervivió en miles de comunidades indígenas y campesinas.

Una nueva agencia de seguridad, un plan de prevención del delito, un sistema nacional de inteligencia con información de siete secretarías de Estado, nuevas facultades para la inteligencia civil y una reelaboración de la Agenda Nacional de Riesgos, las bases del programa de seguridad de López Obrador que está por aplicarse.

Los delitos del fuero federal siguen al alza. Al parecer, a las diversas delincuencias organizadas no les han avisado que ha iniciado la “Cuarta Transformación”. Hasta el momento, y a 4 meses de que Andrés Manuel López Obrador haya asumido el poder, la tendencia de la comisión de delitos federales sigue ascendente.

Luego de superar los 100 días, el signo de la “Cuarta Transformación” parece ser el del popular dicho mexicano Del dicho al hecho… hay mucho trecho. Las altas expectativas de quienes desde la izquierda social fincaron esperanzas en la campaña del candidato del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) hoy están, por decir lo menos, en crisis.

En el sexenio de Peña, Pemex transfirió activos al Cenagas por 7 450 millones de pesos. Entregó la infraestructura para trasladar gas que la hoy empresa productiva del Estado construyó a lo largo de 80 años. “Monetizó” apenas 4 324 millones luego de un proceso financiero que incluye servicio de factoraje con el banco Interacciones.

En la pasada legislatura, ocho diputados rentaron de manera continua y hasta por 8 meses automóviles que fueron pagados con recursos públicos. Uno de esos autos era blindado y fue contratado con todo y chofer… apenas un botón de muestra de los excesos que de manera impune se regalaron los parlamentarios de la pasada legislatura.

El tamaño de la audiencia seguirá mandando en la contratación de publicidad oficial en los medios de comunicación. Pero, a la par, se ponderará la credibilidad de las empresas periodísticas. La “dimensión social”, la apuesta por el periodismo de investigación y que pertenezcan a periodistas, otros de los criterios para la repartición de 4 mil 250 millones en este año. Además de los medios tradicionales, también se incluirá a los locales, comunitarios y a “otras formas de comunicar”, dice el vocero de López Obrador.

Fueron famosos allende los muros del Palacio Legislativo de San Lázaro. Los Cristales, La Terraza y La Cafetería –los desayunadores y comederos para los diputados federales y visitantes– se destacaron durante la pasada Legislatura por caros, de tipo gourmet el primero de ellos, a la altura de las dietas de la elite parlamentaria del país.
Los 15 columnistas recibieron dinero hasta como “asesores de imagen”: Jesús Ramírez
por
Zósimo Camacho

El vocero del presidente López Obrador reafirma que 15 columnistas cobraron de manera individual cientos de millones de pesos. Señala que los pagos no sólo fueron por “publicidad”, sino por “asesorías de imagen” y “menciones” favorables al gobierno peñista en columnas y noticieros, entre otros servicios. Asegura contar con los contratos que avalan sus dichos pero reconoce que los registros están incompletos, pues muchos pagos se hicieron sin que mediara documento alguno.
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