Otras sorpresas quedan al descubierto: la disminución presupuestal total para la función de seguridad nacional (a cargo de cuatro dependencias del Poder Ejecutivo federal) es superior a los 4 mil 900 millones de pesos. Pero casi todo este recorte se debe a que se han cancelado la construcción de infraestructura y la compra de armas y equipo. El dinero destinado a los servicios personales (sueldos, salarios y prestaciones) de los empleados y funcionarios, por el contrario, se incrementó.

Empecemos por la Presidencia de la República. Un documento de la Dirección de Servicios de Documentación y Análisis de la Cámara de Diputados revela que, para labores de seguridad nacional, en este 2019 la Presidencia erogará 624 millones 950 mil pesos.

Lo extraño es que en los años anteriores quien ejercía este presupuesto desde la Presidencia de la República era un cuerpo que ha desaparecido formalmente: el Estado Mayor Presidencial.

Esta cifra es menor a la que se ejerció el año pasado (de 657 millones 520 mil pesos). Pero tal reducción presupuestal es acorde con la disminución que se aprobó para todo el gasto en materia de seguridad nacional.

Titulado Presupuesto público federal para la función de seguridad nacional 2018-2019, el documento liberado a finales de abril pasado concluye que el presupuesto total en materia de seguridad nacional de este primer año de la “cuarta transformación” será menor en 4 mil 900 millones 840 mil pesos con respecto del ejercido el año pasado.

En una Cámara de Diputados federal donde es mayoría el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), los legisladores aprobaron –con el acuerdo del presidente de la República– recursos por 94 mil 228 millones 600 mil pesos para la seguridad nacional, contra los 99 mil 129 millones 440 mil del último año de Enrique Peña Nieto: una reducción real del 4.94 por ciento.

Como en cada ejercicio, cuatro entidades de la administración pública federal son las encargadas de la ejecución de estos recursos: las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena); de Marina (Semar), y de Gobernación (Segob), y la Presidencia de la República. Por supuesto, en las dos primeras descansa la mayor responsabilidad y, por lo tanto, a ellas se va la mayor parte de los recursos.

Para este año y sólo en materia de seguridad nacional (sin contar los recursos que se le asigna para labores de seguridad pública), la Sedena dispondrá de 63 mil 334 millones 890 mil pesos. Se trata de una reducción del 7.13 por ciento (4 mil 862 millones 190 mil pesos) con respecto del año pasado. Lo que resalta es que el monto que se le recorta a la Defensa Nacional es el de gasto de capital (inversión en armamento y construcción de infraestructura). Incluso el gasto corriente (aquel que se destina a sueldos, salarios y prestaciones) se incrementó en este 2019 en 4 mil 690 millones 270 mil pesos: pasó de 54 mil 511 millones 420 mil a 59 mil 201 millones 690 mil pesos.

Por su parte, la Semar no tuvo recorte alguno. Incluso incrementó en términos reales su presupuesto en 1.43 por ciento: de 27 mil 386 millones 400 mil a 27 mil 778 millones 60 mil pesos. Es decir, unos 391 millones 660 mil. Como en el caso de la Sedena, en la Marina se incrementó la asignación de recursos al gasto corriente y se redujo en el de capital. En el primero el incremento real fue del 23.36 por ciento: de 4 mil 782 millones 830 mil pesos. En contraste, al gasto de capital se le recortaron 4 mil 391 millones 180 mil con respecto del año anterior.

El presupuesto de la Segob en materia de seguridad nacional es el que ejerce el Centro Nacional de Inteligencia, antes Centro Nacional de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen). Para este año, la oficina dirigida por el general Audomaro Martínez Zapata contará con 2 mil 490 millones 690 mil pesos, monto menor en 397 millones 750 mil con respecto del año pasado, cuando ejerció 2 mil 888 millones 440 mil pesos. Aquí el recorte fue en su totalidad en el gasto corriente, pues desde hace 1 año la inteligencia civil no destina recursos a gasto de capital.

Similar situación es el de los recursos de la Presidencia en materia de seguridad nacional: todo el recorte fue en gasto corriente porque, al menos en los últimos 2 años, no ejerció gasto de capital. La pregunta persiste: si ya no hay Estado Mayor Presidencial, ¿quiénes o qué instancia de la Presidencia sigue erogando en la función de “seguridad nacional”?

Antes, la justificación de este gasto por parte de la Presidencia era que el Estado Mayor Presidencial debía anticiparse a los escenarios en los que se desenvolvía el jefe del Estado mexicano, lo que era un asunto –de manera justificada– de seguridad nacional. Ahora que es el “pueblo bueno” el que cuida al presidente, ¿quién y en qué, desde la Presidencia, se gasta un monto por casi 625 millones de pesos etiquetados para la función de “seguridad nacional”?