Sharon piensa que los niños palestinos alimentan el odio a Israel desde que son amamantados por sus madres y que sólo se sentirán tranquilos cuando ese país sea borrado del mapa. Por tanto, un tratado de paz no tiene valor alguno para ellos e Israel no tiene otra opción que vencer al enemigo por la fuerza hasta hacerlo capitular y contentarse con lo poco que se le conceda.
_ Peretz, por el contrario, desde hace más de 20 años trata diariamente con los cuadros de la OLP, desde que era alcalde de Sderot y en una época en que las reuniones israelo-árabes eran una excepción. Su esposa Ahlama es una mediadora profesional entre israelíes y árabes.
Los Peretz piensan que los vecinos tienen mucho que ganar con la paz y mucho que perder con la falta de paz. En otras palabras, consideran a los árabes como seres tan racionales como los judíos y que un desempleado del campo de Balata, al igual que un desempleado de Sderot, apoyará una política que le permita ganarse la vida, educar correctamente a sus hijos y luchar contra los elementos que amenazan su vida y su bienestar. Para Peretz, la vida humana es mucho más valiosa que algunos kilómetros de arena en Gaza o que algunos palmos de tierra en el Golan. Desde hace años, Peretz no deja de decir que la ocupación corrompe al ocupante y que Israel ha tenido más pérdidas que ganancias con la ocupación de los territorios. Si él pudiese, le haría a Abbas una oferta que éste no podría rechazar y reanudaría las discusiones con Siria en el punto donde Barak las abandonó.
No obstante, Peretz está lejos de ser un pacifista ingenuo. Sabe que el público israelí adora el muro de separación, que está aferrado al tema de un «Jerusalén unido» y que lo que más teme es el regreso masivo de los refugiados palestinos. Por consiguiente, propondrá ajustar el trazado del muro de separación para limitar su incidencia en la vida cotidiana de los palestinos; para Jerusalén propondrá una autonomía religiosa que no divida a la ciudad y, en cuanto a los refugiados, buscará soluciones fuera de las fronteras del país, con determinadas excepciones que tendrán en cuenta la reunificación familiar.

Fuente
Ha’aretz(Israel)
Diario de referencia de la izquierda intelectual israelí. Propiedad de la familia Schocken. Tirada de 75,000 ejemplares.

«Fold up the road map», por Akiva Eldar, Ha’aretz, 11 de noviembre de 2005.