Todas ellas de la mano de una común voluntad de construir una comunicación que exprese el interés y las preocupaciones de los sectores que no tienen la posibilidad de hacerse oír.

No se trata, por cierto, de una cuestión que alcance sólo a los medios audiovisuales, porque la disputa instalada acerca de qué se comunica y cómo se lo hace, incluyendo en esto formas y recursos, atraviesa al conjunto de los medios: diarios, revistas, agencias, electrónicos.

En estos encuentros, en nuestros encuentros, una vez más, los que están fuera del circuito de privilegio mediático afirman su decisión de instalar de otro modo la cuestión comunicacional, convocando a la defensa activa de dichos medios por parte del barrio, la comunidad, el municipio; buscando comprometer al poder político –tanto ejecutivo como legislativo- con planteos que señalen el carácter de interés cultural de esos medios, que debería ser contemplado en materia de publicidad, reducción de impuestos y en cuanto a los beneficios que supone el mencionado status.

La desconfianza sobre el interés real y el margen de maniobra de esos ámbitos (ya sea municipal, provincial o nacional) a los que se reclama medidas que no tienen nada que ver con las aplicadas hasta aquí, no actúa como freno de las iniciativas que se impulsan.

Todo lo contrario: son un nuevo desafío de los trabajadores de la comunicación y su organización, la UTPBA, frente a la desigualdad y el monopolio mediático, que no hace más que reproducir la lógica vigente en lo económico, social y cultural.

# Revista “La Utpba” de agosto de 2006 (Argentina)