La frase formó parte de la conferencia brindada en la Ciudad de Buenos Aires por el brasileño Luiz Alberto Moniz Bandeira, de 71 años, historiador, politólogo, profesor de la Universidad de Brasilia y uno mayores especialistas en el proceso histórico de las relaciones internacionales de Brasil.

El objetivo del encuentro, realizado en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) fue la presentación en Argentina del último libro de Moniz Bandeira “La Formación del Imperio Americano” –editado por Editorial Norma-, que fue multipremiado en su país. Si bien la alocución del académico giró entorno a su nueva publicación, también tuvo tiempo para opinar sobre la actualidad del Mercado Común del Sur (Mercosur) y de Sudamérica.

Para comenzar, Moniz Bandeira resumió cómo el país del norte logró imponerse a las demás naciones: “Como todos saben, a partir de las guerras del siglo veinte, Estados Unidos se posicionó como la primer potencia mundial y pasó de ser deudor a ser acreedor de casi todos los países de Europa. Igual, tuvo que esperar hasta después de las Segunda Guerra para imponer su dibujo geopolítico. Allí tuvo la excusa perfecta para crear el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), la Organización de la Naciones Unidas (ONU), la GATT (la actual Organización Mundial de Comercio), y todos lo organismos necesarios para carterizar a las potencias y trasladar los conflictos armados a la periferia”.

Esa situación de primacía política y económica, según el conferencista, se profundizó después de la caída del muro de Berlín, “donde Estados Unidos comenzó una era donde conseguía lo que se proponía y no tenía nadie que contradijera su parecer”.

Luego, Moniz Bandeira retrocedió algunos años atrás para explicar un presente que encuentra al gobierno de George W. Bush y sus soldados empantanados en Medio Oriente. “Bill Clinton tuvo la intención de atacar Irak no consiguió ni el motivo ni el apoyo suficiente”, adelantó.

“Pero el cártel bélico del empresariado estadounidense logró imponer a George w. Bush, un hombre poco preparado, sin carisma y fundamentalista evangélico. Bush, después de ganar las elecciones por una decisión judicial, fue la herramienta a medida de los neoconservadores para llevar adelante las nuevas guerras”, desarrolló Moniz Bandeira.

Para este docente oriundo de Brasil, Bush tenía una visión fantasiosa de de Irak. “Muchos intelectuales y especialistas le advirtieron que ese era un país artificial, sólo posible bajo la dictadura de Sadam Husein, que mantenía juntos a diferentes etnias, religiones, familias, sectas y laicos; le señalaron que si entraban no iba a poder salir fácilmente”, recordó. “Pero el miedo a que China o Rusia ganaran ese mercado petrolero, lo llevó a iniciar los ataques”, concluyó.

Por otro lado, Moniz Bandeira remarcó que “Washington está perdiendo poder porque financia su capitalismo con su necesidad bélica y todo poder militar tiene un límite político y moral”. En esa sintonía, el escritor consideró que el lobby bélico que apoyó a Bush fracaso porque, “Estados Unidos está en bancarrota moral; la torturas en las prisiones de Abu Ghraib y Guatánamo fueron la gota que rebasó el vaso “.

Eso llevó, según indicó, a que la hegemonía de Estados Unidos ya no sea incontestable como antes, que ya no puede llevar a todos los países a la guerra y que sus aliados tradicionales de Europa ya no obedezcan automáticamente. “La Casa Blanca actuó de una manera belicista y arrogante, por eso se desvalorizó moralmente; por ejemplo, en Alemania, ya no puede decir que es el valuarte de la libertad y de la democracia”, apuntó.

Como historiador experto tanto en Brasil como en Estados Unidos, donde estuvo un largo tiempo trabajando y estudiando, se permitió decir que la “americana” es una sociedad contradictoria, ya que “tiene intelectuales brillantes que critican la guerra de Medio Oriente y la política exterior para América Latina; pero también está, por llamarla de algún modo, la América profunda, que es ignorante, ultra conservadora, que no cree en el progreso sino en el creacionismo religioso”.

Al momento de dar su parecer sobre el momento que está viviendo Latinoamérica, Moniz Bandeira dijo que “Brasil es grande, pero es más grande si se asocia con Argentina, con Venezuela, con todo el Mercosur; el eje Argentina, Brasil y Venezuela fundamental”, sostuvo.

Además opinó que el bloque va en buen camino y que formará parte de un futuro mundo multipolar.

Para cerrar la conversación, Moniz Bandeira instó a los países de la región a avanzar con el Mercosur hasta llegar a la Unión Sudamericana, y relativizó la visita de Bush a Brasil ya que “el acuerdo de cooperación sobre el etanol sólo tiene el objetivo de hacer ingresar capitales estadounidenses porque la tecnología de Brasil en la producción de biocombustible es mejor que otras”.

En una entrevista reciente otorgada al diario argentino Página 12, el politólogo brasileño expreso sus conclusiones sobre la gira que Bush efectuó por la región.

“Bush no vino porque la región se está corriendo a la izquierda, como dicen. O porque Estados Unidos quiera cambiar su política hacia los países latinoamericanos. Bush vino porque su país ya no puede influir como influía antes”, expresó.

Y finalmente sentenció: “En los sesenta y en los setenta fueron promotores de los golpes de Estado en Brasil y en Chile. Sin embargo, hace cinco años no pudieron derrocar a Chávez, aunque lo intentaron. Entonces, ahora a dos años de irse y después de perder el Congreso, Bush viene a ver si puede influir un poco. Por eso lanzó ese ridículo paquete de ayuda social, que equivale a lo que gastan en Irak en cinco días. No es nada más que un plan asistencialista, que fracasará como lo hizo la Alianza para el Progreso”.

# Agencia Periodística del Mercosur (Argentina)