De la marcha participaron numerosas organizaciones sociales, gremiales, políticas, estudiantiles y de derechos humanos, entre estas, la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA).

El crimen de Fuentelba, quien murió el pasado jueves 5, fue repudiado a lo largo de la Argentina, en más de 300 actos realizados en todas las provincias, en el marco del paro de 24 horas y movilización convocados por la CTA y la CTERA.

En Buenos Aires, Hugo Yasky, secretario general de la y de la CTERA, expresó: “No queremos la fotografía de un chivo expiatorio, aquí hay responsables políticos, hay ideólogos, son los que levantan la mano dura como bandera para reventar a un país a palazos”.

“Acá los guardapolvos blancos delante nuestro dicen nunca más, nunca más al asesinato como forma de contestar a la demanda social, nunca más el asesinato como forma de reprimir la lucha salarial”, afirmó el dirigente según un informe de la agencia de noticias ACTA.

El dirigente docente expresó que “Sobisch dijo que Neuquen no es Gualeguaychú, que no iba a permitir los cortes de ruta. Ese autoritarismo lo convierte en el responsable intelectual del asesinato del profesor Carlos. Tiene que irse y pagar con la cárcel el crimen cometido”.

Afirmó además que “no queremos ningún autoritarismo, no se trata solo del autoritarismo en Neuquén, también lo es la gendarmería en las escuelas de Santa Cruz, también es autoritario Romero (Juan Carlos, gobernador de Salta) que le pega a los docentes, hay que terminar con los autoritarios porque está en juego la democracia”.

Al respecto dijo que si bien hubo un "matador" de Fuentealba, "el autor intelectual, es Sobisch". Por eso añadió que “si algún capanga del imperialismo piensa que se gobierna matando a los trabajadores, nosotros le advertimos que seguiremos luchando hasta nuestro último aliento”.

Luego del discurso del titular de la CTA. Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, leyó el documento consensuado por cientos de organizaciones.

Bajo el título “El límite es la vida”, en este se advierte que “el gobernador de Neuquen admite que ordenó a su policía reprimir la movilización docente, pero no asume la responsabilidad por las consecuencias. Como los ex comandantes de la dictadura intenta hacer pasar decisiones políticas como errores o excesos de subordinados fuera de control”. Y agrega que por eso “la identificación del autor inmediato del disparo alevoso contra el profesor Carlos Alberto Fuentealba es necesaria pero insuficiente”.

En otro de los párrafos afirma que “la granada de gas no buscaba sólo la cabeza del compañero. Debía estallar también en las de quienes se organizan con el propósito de recuperar parte de lo que el pueblo argentino perdió en tres décadas de constante retroceso de sus condiciones de vida”.

“La defensa del derecho a la vida es condición previa para la exigencia de todos los demás derechos. Ya tenemos al matador, el autor material de este asesinato merece la cárcel. Hay que profundizar la lucha para juzgar y condenar al asesino”, fue el cierre de la lectura. El acto se cerró con las estrofas del Himno Nacional Argentino.

Ante la consulta de un periodista sobre la pretensión de un pronunciamiento contundente del presidente Néstor Kirchner, Yasky indicó que “por supuesto, Neuquen no es una republiqueta, Neuquen es parte de la Republica Argentina y quienes viven allí son tan argentinos como los de cualquier otra provincia”

Al tiempo agregó que “no puede ser que haya caudillos que alambran una provincia, que reprime a su pueblo y que no rinden cuentas ante nadie, y esto lo decimos por Sobisch quien es el responsable intelectual del asesinato horrendo de nuestro profesor”.

Por su parte, Víctor de Genaro, secretario de Relaciones Institucionales de la CTA, indicó que “es lamentable el silencio del Gobierno nacional, es lamentable que solo diga que no se pude meter porque es un problema de una provincia, hay que resolver el tema en Neuquen, hay que resolver el tema en Salta y hay que sacar la gendarmería de las escuelas en Santa Cruz, hay que terminar con el apriete y con las formas antidemocráticas”.