A continuación, el texto completo:

La asamblea de personal de la Central para América Latina de ANSA extendió a 72 horas el mandato de huelga otorgado al delegado Fernando Lorenzo ante la nueva negativa de la empresa a negociar un ajuste salarial y tras el unánime y contundente paro realizado ayer por los trabajadores de esta oficina regional, y mantiene el estado de asamblea permanente.

Se decidió profundizar las medidas de fuerza porque tras la jornada de paro del miércoles la empresa ratificó su negativa sistemática a abrir una instancia inmediata de negociación salarial, desconociendo el deterioro de nuestros ingresos, congelados hace casi tres años, mientras en Argentina las empresas privadas otorgaron en promedio ajustes del 132,3 por ciento desde 2002 a marzo de este año.

Desde enero de 1994, cuando ANSA eliminó unilateralmente el ajuste de salario por índice inflacionario vigente desde 1977, el desfase de nuestros ingresos asciende a marzo último al 92,92 por ciento en promedio, aún con las recomposiciones otorgadas por la empresa. Nuestra pérdida acumulada promedio por no aplicar el costo de vida asciende, desde esa fecha, a unos 90.000 pesos argentinos per cápita (unos 23.000 euros).

Es oportuno agregar que la feroz devaluación del peso argentino en 2002 frente a las monedas duras como el dólar o el euro, redujo de hecho los costos laborales de ANSA en Buenos Aires al 25/30 por ciento de los niveles históricos. Es decir, los costos se redujeron a la cuarta parte.

Varias corresponsalías en América Latina atraviesan dificultades similares, como en las de Chile y Brasil por la apreciación de las monedas locales frente al dólar, divisa en la que perciben sus salarios, o como en la de Uruguay, donde luego de 12 años se suprimió en 2005 el aguinaldo completo de fin de año.

Denunciamos una vez más la precarización del servicio periodístico en español de ANSA por el cierre de oficinas, reducción de personal, falta de inversión y la ausencia de una política comercial, que se ve reflejada en la dramática merma de la cantidad de abonados.

Además la asamblea adhiere a la preocupación de los colegas italianos de ANSA Roma respecto del anuncio de un recorte de personal, luego desmentido verbalmente por la empresa, ya que una situación similar se vivió en el servicio latinoamericano a fines de 2006, como lo denunció esta central junto con la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA).

Por todo lo expuesto, esta asamblea vuelve a respaldar el pedido de transparencia de la Redacción para el Exterior y la Redacción de Asuntos Internacionales de Roma sobre los “ingresos por convenciones con el Estado y contratos de distinta naturaleza con entes públicos” y el modo en que son administrados.