Cuando usted recibió el Premio Nóbel, en su discurso en OSLO, decía: “...vengo de un continente que vive entre la angustia y la esperanza...”. Hoy, ¿cómo ve la situación de América Latina teniendo en cuenta la importancia de Cuba, y hoy Venezuela, Bolivia, Ecuador?

 Ninguna sociedad es estática. Hay una dinámica de transformación permanente y cambian los escenarios y sujetos. Más aún en el tiempo que, en nuestra época es más acelerado. Si hacemos una lectura rápida de lo que ocurre en el continente podemos ver algunos avances y retrocesos. Es cierto que ya no tenemos dictaduras abiertas y crueles como las que vivimos en todo el continente y en particular en la Argentina.

Hoy tenemos gobiernos constitucionales, pero nuestras democracias son formales y no reales. No hay participación de los pueblos en la toma de decisiones sobre los objetivos y rumbos que llevan nuestros países. Aumentamos la deuda externa, se privatizaron los recursos del país, aumentó la pobreza, el analfabetismo y la exclusión social en estas "democracias" que vivimos.

El modelo económico no cambió, por el contrario se profundizó. Recordemos los estallidos sociales en Argentina en el año 2001. El saqueo de los recursos del país continúan con la venta de tierras a empresas extranjeras y la exclusión de los pueblos originarios y campesinos.

Pero hay luces esperanzadoras que han surgido como Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador que tratan de alcanzar y construir políticas propias y alcanzar su independencia y soberanía.

Creo que lo más importante en la situación latinoamericana es que los pueblos día a día están tomando conciencia y dejando de ser espectadores y se asumen como protagonistas y constructores de su propia vida e historia. Las dirigencias políticas poco o nada han cambiado en el continente y algunos solo buscan hacer de la democracia un maquillaje para que nada cambie.

Estamos en proceso de construcción de nuevos espacios. Las “izquierdas” han perdido el rumbo y están en un laberinto sin retorno. No logran generar un frente común y propuestas de un programa que permita la credibilidad y construcción política, cultural y valores de una sociedad. Mientras el poder domestica y eso está pasando con algunos dirigentes políticos en quienes sus pueblos confiaban y hoy pasaron la raya hacia el neoliberalismo. Otros nunca se fueron, sólo cambiaron el lenguaje.

A pesar de todo, los pueblos continúan construyendo nuevos paradigmas de vida y resistencia social, cultural, política y espiritual. Falta buscar los ejes fundamentales para lograr articular fuerzas democráticas y no continuar en la situación actual. “El rebelde no violento” es el título de un libro presentado hace poco tiempo en Suiza, donde reflexiona de la pobreza, de la riqueza, de la violencia, de la paz y la esperanza en América Latina.

La revolución esta en el hacer cotidiano. En cada acto de la vida, en las relaciones humanas, en la conciencia crítica y valores de la sociedad. Hay tres clases de revolucionarios. Aquellos que piensan que la revolución debe hacerse con las armas para enfrentar las dominaciones. Caso concreto Cuba. Lo que fue la Revolución Sandinista. Muchas otras acciones guerrilleras fracasaron y otras terminaron mal y sin perspectivas.

Otra revolución es la de aquellos que hacen la revolución alrededor de una taza de café y se terminó la revolución cuando terminan el café. Con el segundo café continúan su delirios revolucionarios.

La otra opción es la revolución no-violenta, es decir la capacidad de los pueblos en asumir la resistencia y construir nuevos paradigmas de vida. Así como lo hizo el Mahatma Gandhi, de quien en el año 2008 se cumplen 60 años de su asesinato. Luther King, en su lucha por los Derechos Civiles en Estados Unidos con sus hermanos de color, Cesar Chávez en California, con los chicanos por la resistencia a los pesticidas agroquímicos. La lucha por los derechos humanos está en todo el continente.

El movimiento de los sin Tierra en Brasil. Los movimiento indígenas en el continente, caso concretos Bolivia, Ecuador, Perú. Decía hace poco en Madrid que si bien tenemos que tener presentes a los pobres, a los excluidos, a la situación de la violencia que viven los pueblos. Debemos hablar de la riqueza. ¿Cual es su poder de concentración. Por que no se distribuye? Preguntarnos y preguntar ¿por qué mueren por día en el mundo más de 35 mil niños de hambre?

Los Chicos del Pueblo bien dicen “El Hambre es un crimen”. ¿Quienes son los criminales que gozan de total impunidad? La concentración de la riqueza en pocas manos y el poder económico y político son los mecanismos de dominación de los pueblos.

 Usted es integrante de la CIAP (Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas), que ha denunciado, junto a la FELAP, la situación de los trabajadores de prensa: fueron asesinaron 28 periodistas en Latinoamérica en el año 2006. Hoy, 2007 ya mataron a 7 trabajadores de prensa ¿como ve esta situación?

 La CIAP viene cumpliendo una tarea responsable y necesaria de informar la situación que viven periodistas en distintos países. Es necesario investigar y sancionar a los responsables. Es necesario que se respete el derecho a informar y denunciar a los responsables, lo que ocurre es que hay medios informativos que son parte comprometida con los mecanismos de dominación, son parte del sistema y manipulan la información. Los periodistas concientes y comprometidos con los pueblos asumen otra conducta y cumplen con su función de informar. Muchos de ellos han pagado con sus vidas, otros fueron víctimas de atentados.

La prensa constituye un espectro amplio. La libertad de prensa es esencial para la vida democrática de los pueblos. El derecho de informar y ser informado. Si hacemos un breve análisis de los medios de comunicación vemos que la libertad de prensa se confunde con la libertad de empresa. No son sinónimos. Ningún medio de prensa es aséptico, tiene su carga ideológica y emotiva, tiene sus intereses en juego. Hoy los grandes medios de comunicación defienden más la empresa y sus intereses económicos e ideológicos que la libertad de prensa.

Periodistas que trabajan en esos grandes medios de prensa ven con preocupación y angustia como muchas veces sus reportajes e información son censurados. Hay como un mecanismo que determina que: “de eso no se habla”. Es la censura solapada que rige en muchos medios.

Un ejemplo concreto, aunque hay muchos otros, pero quiero señalar éste por el alto impacto que tuvo en su momento. Durante mi viaje a Irak, partiendo desde Amman, Jordania a Bagdad, después de la Guerra al del Golfo Pérsico, llegando 20 días después que Estados Unidos y Gran Bretaña bombardearan Bagdad, incluyendo el hospital Pediátrico de esa ciudad, con grandes destrozos, pudimos comprobar como la CNN mentía al mundo con la información manipulada y dirigida a silenciar las atrocidades cometidas.

La CNN emitía su información que “dos bombas inteligentes” habían entrado por el tubo de ventilación de un bunker y matado a militares iraquíes, a altos jefes. La verdad era otra. Era un refugio en el que murieron 600 niños con sus madres. Éste hecho nunca fue publicado, ni desmentida la información por la CNN. Muchos otros ejemplos se podrían señalar.

 ¿Qué piensa del rol que cumplen miles de comunicadores sociales que hoy realizan su profesión por fuera de los grandes medios masivos?

 Frente a los grandes monopolios informativos surgieron medios alternativos que nacen de la necesidad de grupos, movimientos, periodistas que buscan poder generar otras fuentes de comunicación, ya sean en los barrios y a nivel regional, nacional e internacional, por medios escritos, radios comunitarias y medios televisivos.

Los avances tecnológicos han posibilitado el uso del Internet que ha facilitado a generar redes alternativas de información. El gobierno argentino tiene dificultades en sancionar una nueva ley de radiodifusión para las radios comunitarias y canales alternativos, mientras tanto sigue vigente la ley de la dictadura militar

Y es una asignatura pendiente que tiene el Estado con los medios alternativos, a fin de disponer de los espacios necesarios de información, en un país que se dice democrático.

Las organizaciones que luchan y que tienen historia en ésta América tan vulnerada como la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP) que a lo largo de su trayectoria continental, viene realizando una tarea valiosa en defensa de la libertad de prensa, como el seguimiento de lo que ocurre en muchos países frente a violaciones y asesinatos de periodistas.

La FELAP ha generado un espacio necesario a fin de denunciar los hechos y reclamar justicia y sanción a los responsables, ha contribuido con el fortalecimiento de los derechos humanos, con la articulación y participación de los trabajadores y trabajadoras de prensa de América Latina.