Numerosos partidarios del presidente Donald Trump están solicitándole que se separe de su consejero de seguridad nacional, el general McMaster.

Militar extremadamente brillante, el general McMaster (ver foto) es considerado uno de los mejores conocedores de las estrategias y el armamento rusos. Pero varias revelaciones sobre su trabajo en el Consejo de Seguridad Nacional muestran que sigue vinculado al equipo del ex presidente Obama y hacen surgir dudas sobre las decisiones que ha tomado desde que asumió el cargo que ocupa en la administración Trump.

En primer lugar, el general McMaster sacó del Consejo de Seguridad Nacional a varias personas, de las que al menos 2 no habían echo nada que justificara esa decisión. Todos los excluidos eran conocidos por su oposición al acuerdo que la administración Obama había concluido con Irán.

El segundo elemento de sospecha es que, en abril, el general McMaster concedió acceso permanente a información clasificada a su predecesora, la consejera de seguridad nacional de Barack Obama, Susan Rice, a pesar de que la señora Rice es objeto de una investigación del Senado, por sospecharse que ordenó que se espiara al equipo de Donald Trump durante la campaña electoral y, posteriormente, durante la etapa de transición entre la administración Obama y la administración Trump.

Otro elemento de sospecha, el tercero, es que el general McMaster trabajó durante los 11 últimos meses para el International Institute for Strategic Studies (IISS), tanque pensante que la administración Obama utilizó para “vender” su acuerdo con Irán. Esa operación contó con financiamiento directo del multimillonario George Soros, a través de su fundación o mediante el Ploughshares Fund. Los principales donantes del IISS son además varias transnacionales hoy empeñadas en implantarse en Irán. Además, el pasado 5 de junio, el ex secretario de Estado John Kerry, respondiendo a una invitación del Ploughshares Fund, declaraba que el general McMaster era la mejor carta para seguir adelante con el acuerdo firmado con Irán.

Para completar el panorama, Media Matters for America, la oficina de David Brock, que también goza de financiamiento proveniente de George Soros, salió en defensa de McMaster.

Hace 3 semanas, el presidente Trump despidió al jefe de personal de la Casa Blanca, Reince Priebus, después de descubrirse que era precisamente Priebus quien estaba organizando las “filtraciones” de información confidencial destinadas para desestabilizar su administración.