Muy inquietos en cuanto a la posición del Pentágono sobre Taiwán –catalogada ahora como ‎‎«no esencial» para los intereses de Estados Unidos [1]–, miembros del G7, entre ellos Japón, exigieron que la cumbre de ese grupo de ‎países expresara claramente su apoyo a ese territorio, reclamado por la República Popular China. ‎

Es por eso que el Comunicado Final del G7 precisa: ‎

«Seguimos gravemente preocupados por la situación en los mares de China Oriental y ‎Meridional y nos oponemos firmemente a todo intento unilateral de modificar el ‎‎statu quo y de incrementar las tensiones.»‎

Se trata así de evitar que Pekín interprete los resultados de la Cumbre Rusia-Estados Unidos que ‎va a realizarse en Ginebra –una especie de “Yalta II”– como una luz verde para recuperar la isla.‎

[1«Polémica en el Pentágono sobre la ‎manera ‎de lidiar con China», Red Voltaire, 11 de ‎junio de 2021.