En entrevista concedida el 23 de noviembre de 2016 al canal de televisión portugués RTP, el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sissi declaró que:

«Debería existir un apoyo internacional a los ejércitos nacionales de Libia, Irak y Siria para garantizar la seguridad de sus países.»

Con esa declaración, el presidente al-Sissi revela un secreto que hasta ahora se había mantenido bien guardado: Egipto envió armamento a las fuerzas leales a los gobiernos de esos 3 países, a pesar de las amenazas provenientes de Arabia Saudita.

El 8 de octubre de este mismo año, Egipto votó en el Consejo de Seguridad de la ONU a favor de un proyecto de resolución ruso sobre la guerra contra Siria. En reacción, Arabia Saudita cortó sus entregas de combustible a Egipto.