Muchos recordarán y otros lo sabemos, porque nos lo han contado, que en los setenta, aquí temblaba la tierra, cuando algún funcionario gringo venía dizque a visitar nuestro país y a decirnos de pasadita que era lo que teníamos que hacer, cientos de estudiantes universitarios junto al legendario Comité del Pueblo se volcaban a las calles en defensa de la soberanía y hacían temblar a los usurpadores que se escondían en sus aposentos. Muchos diremos ¡qué tiempos aquellos!

Pero lamentablemente, en estos últimos días y en especial en este régimen gutierrista, los ecuatorianos hemos visto con asombro, como los representantes del gobierno estadounidense, vienen, se quedan, dan órdenes y se van, como si fuese casa de ellos, sin que casi nadie diga: chis, ni mus.

Más asombroso resulta enterarnos, que aparte, de que tienen una base en Manta, la cual a un canciller un día se le ocurrió de la manera mas ruin, entregarles, ahora hundan barcos pesqueros ecuatorianos a punte cañonazos en nuestro propio mar territorial, con el pretexto de que están combatiendo el narcotráfico, no conformes con esto, a los pescadores les llevan al interior de la base, donde son investigados y obligados a declarar que son coyoteros y todo esto, óigase bien, se desarrolla dentro de suelo ecuatoriano. Además resulta estúpido que junto a nuestra guardia marítima, los gringos capturen en nuestro propio mar territorial a compatriotas que pretenden salir del país, Ahora resulta que los ecuatorianos en nuestra misma llacta somos extranjeros.

De igual manera, vemos como la embajadora Kenney, pasa revista a todos los puestos militares en la frontera, como si fuera la Ministra de Defensa Nacional no oficializada., entra a Carondelet más veces que la mismísima Ximena Bohórquez, para hablar sobre temas políticos y económicos netamente ecuatorianos.

Pero como en Ecuador tenemos por mandatario a un coronel que se declaró el mejor aliado de ellos, pues que mejor, pensarán los místeres, manos a la obra, o mejor dicho manos a la presa y aquí no ha pasado nada.

Uno de los pescadores agredidos manifestaba, que mientras veía con impotencia el hundimiento de su barco, los marines gringos se burlaban de su gran hazaña, cosa que no es de extrañar, pues se los ve tan sonrientes en las fotografías donde torturan a presos iraquíes. ¿acaso, no da coraje tanta salvajada?

Si los gobernantes títeres hace tiempo perdieron su dignidad, el pueblo no! No es posible que estemos dispuestos a seguir soportando tanta barbarie, nuestra soberanía y autodeterminación deben estar por encima de todos ellos, así como nuestra rebeldía y valentía.