“La ciudad cambia de ritmo cuando llega la noche
y con ella los nuevos habitantes que la recorren.
Ella deja a un lado su traje formal y rutinario
se viste ahora, con un vestido celeste oscuro adornado de luces.
La dama está fiesta.
Mientras muchos duermen, otros comienzan la jornada.
Unos por un poco de placer efímero y otros por un plato de comida.
Es otra ciudad quien habla.”
Niwde.
Son las nueve y aunque es temprano, comienza a verse la llegada de posibles clientes y transeúntes que por curiosidad o necesidad cruzan la zona. La lluvia calma el ritmo en los andenes pero dentro de los recintos el calor pulsional está a flor de piel. La zona moral del 7 de agosto está demarcada dentro de las calles 68 y 67 entre las carreras 24 y 21. Compuesta por dos regiones; una de residencias y otra de establecimientos. Existen algunos negocios de farmacia, cigarrerías y algunas tragamonedas. También sobreviven tiendas de marquetería que son vestigios de lo que fue antes esta región. Dentro de la región un mojón1 identifica el sector, es conocido como "Solido Gold I" tiene otra sede en Chapinero, muy concurrida por la policia y no precisamente para la seguridad. Este sitio ofrece un show de streeptease en cabinas pequeñas por quinientos pesos, es una limosna por satisfacer la pulsión escópica2.
Chapinero es diferente, la configuración y demarcación de la zona moral está distribuida por toda la trece y Caracas comenzando de la calle 58 hasta la calle 64. Es una zona que convive con otros establecimientos comerciales. El lenguaje para convidar no es un ofrecimiento cara a cara entre la trabajadora sexual y el transeúnte sino que está acompañado por las pequeñas imágenes de mujeres y frases insinuantes. Estas tarjetas son invitaciones a diferentes espectáculos e interacciones. Haciendo un recorrido por toda la trece uno puede recibir hasta catorce papeles diferentes. Es un lenguaje de íconos que encierra imaginarios sobre el objeto de deseo de los hombres y mujeres frente a la posición de la persona que está ejerciendo la prostitución3. Este lenguaje es un nuevo método para la investigación de imaginarios, ideologías y representaciones mentales. Imaginarios que recrean en las mentes de los citadinos figuras bastante alejadas de la realidad concreta que viven los individuos que laboran allí. Fotos de enfermeras, colegialas, profesoras, vaqueras, porristas entre otras son figuras que utilizan los dueños de los establecimientos para hacer publicidad. Cuando se realizó una observación en Semana Santa para analizar la influencia de instituciones religiosas en el funcionamiento de la zona moral se descubrió que su poder era indirecto; es decir, los clientes disminuían por "ayunar". Preferían abstenerse mientras pasaba la semana mayor.
Sobre la prostitución se han escrito demasiados artículos sobre diferentes perspectivas, lo que se pretende es analizar una zona moral como espacio dentro de toda ciudad. Pero sobre el tema de la prostitución se debe decir que existen nuevos cambios como la entrada de la prostitución masculina, la aceptación de jóvenes que apenas alcanzan a superar los dieciocho años desplazando a mujeres veteranas y haciendo que estas últimas vayan a la calle como es el caso del Siete de Agosto. Los puntos de encuentro y los modos como se establece el intercambio son diferentes. La condición de la prostitución en Bogotá ha cambiado pero la condición de la trabajadora no ha mejorado. El desarrollo de la economía creó empresas que explotan a mujeres y hombres que se dedican a este oficio. Sobre la prostitución en estos sitios se puede decir que los costos son de 20.000 pesos por el "servicio" y se debe suponer que el dueño del establecimiento recibe algún porcentaje de esa cantidad.
Cuando se mira una región moral, ella se comunica por su arquitectura, sus luces de neón junto al ritmo de la música hasta llegar a las voces de sus habitantes: silbidos, invitaciones, ofrecimientos, etc. Son lenguajes que hablan de la ciudad y de sus habitantes, desconocidos por los planificadores y urbanistas de las ciudades latinoamericanas. Aunque la famosa Escuela de Chicago los tenga en cuenta. Robert Park, el sociólogo clásico entiende la ciudad además del espacio físico como un estado de ánimo, un conjunto de costumbres y tradiciones. "El hecho es, sin embargo, que la ciudad está arraigada en los hábitos, y en las costumbres de las personas que la habitan. En consecuencia, la ciudad está dotada de una organización moral como de una organización material, y sus interacciones -cuyas modalidades son características- hacen que aquellos se adopten y se modifiquen mutuamente"1.
Los habitantes de la región moral hacen que se prenda y de fuerza para toda la noche. Contraste fuerte que uno puede ver simplemente con una caminata en diferentes tiempos. La mañana nos muestra una región apagada y ausente. Parece una cuadra después de una celebración festiva. La basura es lo que abunda. Al medio día ya comienza a prepararse para que en la noche sea una fuerte fogata de pulsiones y pasiones reprimidas que sumerge a sujetos en relaciones de deseo y comerciales justificadas por una doble moral o incubiertas por el silencio.
Las percepciones de los habitantes arrojan diversas imágenes ambientales de la ciudad. Estas imágenes son conjuntos de percepciones registradas que le sirven al habitante para orientarse, pero también le dan información sobre su ritmo y sus residentes. La fuerza de esta percepción que la imagen le puede dar a un observador urbano se denomina legibilidad del paisaje urbano. Para algunos esta zona ofrece una imagen de inmoralidad que condena a la trabajadora sexual y excusa al cliente. Otros tienen una imagen donde se puede hacer todo lo que no le es permitido en otra parte de la ciudad. Las imágenes ambientales también pueden determinar el modo de ver y vivir en la cuidad.
1 Park, Robert "La cuidad: Sugerencias para la investigación del comportamiento humano en el medio urbano" ( del original ·The City 1925) Pág. 51.
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