La devastación provocada por el huracán Katrina carece de precedentes y es casi imposible de describir. La reconstrucción del sudeste de Luisiana y de Nueva Orleáns no sólo constituye una preocupación de envergadura causada por esta catástrofe, sino que también representa el mayor desafío económico al que deberá enfrentarse nuestro país luego de un desastre natural. Para recuperarnos de esta tragedia necesitaremos una dirección enérgica, valor, paciencia y plegarias.
El gobierno de Bush y el Congreso deben aportar los recursos necesarios. La reconstrucción será prolongada y dolorosa. Me entristece ver que la devastación en Luisiana es análoga a la que pude observar en Sri Lanka luego del paso del tsunami. Creo que los norteamericanos darán prueba de la misma generosidad. Les invito a enviar sus donaciones a la Cruz Roja y al número telefónico previsto para recibir los donativos.

Fuente
Washington Post (Estados Unidos)

«We’ll Need Your Help, por Mary Landrieu, Washington Post, 1ro de septiembre de 2005.