La comisión para la seguridad y cooperación en Europa de la Administración de EEUU ha dirigido una carta a nombre del presidente de la Duma de Estado de Rusia, Boris Grizlov, en la que advierte que la aprobación de las enmiendas que se prevé introducir en la Ley de las Organizaciones No Gubernamentales podría tener consecuencias negativas.

Con la aprobación de las enmiendas en cuestión se emitiría una señal negativa en los momentos en que Rusia se prepara a asumir la presidencia en el G8 y el Consejo de Europa, dice el mensaje, cuyo texto fue difundido por la comisión en Washington.

Al manifestar que las enmiendas en su redacción actual reflejan un enfoque de la actividad política independiente que hace recordar el pasado soviético y pueden asestar un golpe mortal a la sociedad ciudadana de Rusia, la comisión exhorta al presidente de la Duma a rechazarlas.

Dicha comisión, conocida también como «comisión de Helsinki», es una estructura independiente dentro de la Administración de EEUU, la componen nueve senadores, nueve congresistas y los representantes del Departamento de Estado, la Secretaría de Comercio y el Pentágono (uno por cada uno de esos organismos).

El proyecto de ley prevé establecer un orden especial de inscripción en el registro nacional de las organizaciones no comerciales, cuyos fundadores no son organismos del poder de Estado.

De acuerdo con ese documento, la decisión sobre la inscripción en el registro (reorganización o liquidación) de la respectiva organización se tomaría por organismos territoriales de registro en el plazo de un mes, a más tardar, desde la fecha de la presentación de la documentación necesaria.

Entre los fundamentos que permiten negar la inscripción en el registro de una organización no comercial figuran las pruebas de que los objetivos y las formas de la actividad de quienes la instituyen contradicen la Constitución de la Federación de Rusia, están dirigidas a realizar una actividad extremista o a legalizar recursos monetarios obtenidos de modo criminal.

El proyecto de ley estipula asimismo instituir un registro nacional único de las personas jurídicas, el que tendrían que realizar organismos del Servicio Fiscal Federal de Rusia. El organismo federal de inscripción en el registro controlaría también la correspondencia de la actividad que están desarrollando las organizaciones sociales a los objetivos declarados en sus Estatutos.

El jefe de Estado, Vladimir Putin, al reunirse el viernes pasado con el presidente de la Duma, dijo esperar que ésta, después de debatir el proyecto de ley en cuestión, tome una decisión equilibrada que no haga daño a la sociedad ciudadana de Rusia.

Al propio tiempo, el presidente ha manifestado: Estoy de acuerdo con quienes afirman que es inadmisible que se ciertas organizaciones se financien desde el exterior, dedicándose de hecho a la actividad política. Tales organizaciones, quiéranlo o no, se convierten en un instrumento en manos de otros Estados, del que éstos se valen para conseguir sus propios propósitos.
Grizlov ha asegurado que los diputados van a tomar una decisión sopesada al máximo.

Cuando estuvimos analizando este proyecto de ley en primera lectura, nos fijamos en que estábamos creando un especio legal único para todas las personas jurídicas que trabajan en el territorio de Rusia, dijo el presidente de la cámara baja.

Según él, no existe la tendencia de mermar los derechos de las organizaciones no comerciales o agrupaciones sociales. Éstas deberán elaborar sus Estatutos y registrarlos solamente, añadió.

Ella Pamfilova, quien encabeza el consejo de contribución al desarrollo de las instituciones de la sociedad ciudadana y los derechos humanos, dependiente del presidente de Rusia, reunida con éste, ha expresado su preocupación tras la adopción por la Duma de Estado en primera lectura de las enmiendas en cuestión.

Todo el mundo está de acuerdo en que hace falta imponer orden en esta esfera, pero los diputados no quisieron tomar en consideración la opinión de las organizaciones sociales ni de la opinión pública, lo que no puede menos que preocupar, dijo ella. Según Pamfilova, aprobada en tal redacción, la ley dificultaría seriamente la actividad de muchas organizaciones sociales y afectaría la cooperación con los compatriotas, especialmente aquella que se desarrolla en el espacio postsoviético.

Además, con su aprobación se levantaría de hecho un telón de acero ante la diplomacia internacional y se pararía el funcionamiento de numerosas organizaciones de caridad, sostiene Pamfilova.

El proyecto de ley apunta a la estabilización de la sociedad ciudadana, pero lo que necesitamos es el desarrollo de ésta, subrayó.

Fuente
RIA Novosti (Rusia)