En un artículo titulado "La tragedia que amenaza a nuestra especie", el mandatario hace un profundo análisis sobre las catástrofes que se avecinan para la humanidad, como el calentamiento global, pese a los buenos augurios de voceros de las transnacionales.

Estos, dice el estadista, hacen creer a la humanidad que vive en el mejor de los mundos, con una economía regida por el mercado, más capital transnacional, más tecnología sofisticada, igual a crecimiento constante de la productividad, del PIB y del nivel.

También, señala, se aboga porque el Estado no se interponga en nada, e incluso señalan que no debiera existir, excepto como instrumento del gran capital financiero.
Pero, apunta Fidel Castro, las realidades son tercas porque uno de los países más industrializados, Alemania, pierde el sueño ante el hecho de que un 10 por ciento de la población está desempleada, mientras los inmigrantes hacen los trabajos más duros y menos atractivos.

Nadie saca, al parecer, la cuenta del número de habitantes del planeta, que crece precisamente en los países no desarrollados, comenta el estadista, para quien una población nada desestimable está condenada a vivir en la miseria.
A ello se añade el calentamiento global y otros flagelos que penden como espada de Damocles sobre la humanidad, además de los efectos del pago durante años de la deuda externa y otros fenómenos socioeconómicos.

El presidente cubano señaló que en especial en América Latina es evidente la diferencia entre los sectores de la población más favorecida con los ingresos menores del mundo, mientras los precios de equipos, productos y alimentos básicos se multiplican.
Ahora, asevera el mandatario, se avizora una situación terrible si los alimentos se transforman en biocombustibles, o agrocombustibles, tema sobre el cual, entre otros, dijo, "existe aún gran ignorancia y confusión en el mundo".

Mientras ello sucede, el "apocalíptico jefe del imperio" declaró que sus fuerzas estarían listas para atacar preventiva y sorpresivamente 60 o más países del mundo, "nada menos que un tercio de la comunidad internacional".

No le bastan, al parecer, la muerte, las torturas y el destierro de millones de personas para apoderarse de los recursos naturales y los frutos del sudor de otros pueblos, asevera el estadista.

Las reflexiones del mandatario cubano concluyen con un mensaje optimista respecto a la reciente reunión en La Habana de más de 700 representantes de organizaciones sociales preocupadas por estos temas de interés mundial.

"Muchos de ellos expusieron sus puntos de vista y dejaron entre nosotros imborrables impresiones. Hay material abundante sobre el cual reflexionar, además de los nuevos sucesos que ocurren cada día, indicó.

Nota publicada por la agencia de noticias Prensa Latina (www.prensa-latina.cu)