Un movimiento de boicot se perfila frente a la 9ª Cumbre de las Américas, convocada para el ‎mes de julio en Los Angeles (Estados Unidos), ya que varios funcionarios de la administración ‎Biden han declarado que Washington no tiene intenciones de invitar a Cuba, Venezuela y ‎Nicaragua. ‎

Varios países –principalmente México, Brasil y ciertos Estados del Caribe– ya se han pronunciado ‎en contra de esa actitud de Estados Unidos y han puesto en duda su propia participación en la ‎Cumbre de las Américas si Cuba, Venezuela y Nicaragua son excluidas de ese encuentro regional.

En aras de evitar un boicot, que sería interpretado como un nuevo fracaso del presidente Joe ‎Biden en materia de política exterior, Washington ha anunciado recientemente el posible ‎levantamiento de algunas medidas del bloqueo económico y financiero impuesto contra Cuba ‎desde principios de los años 1960 así como la flexibilización de ciertas “sanciones” ‎estadounidenses contra Venezuela. ‎