Lago indicó que el 14 de septiembre, en coincidencia con el aniversario del nacimiento del poeta y novelista en Paso de los Toros, se hizo un tributo a Benedetti en Montevideo, con la participación de representantes de la vida cultural uruguaya.

Entre ellos, agregó la escritora, invitaron al cantautor Daniel Viglietti, también miembro de esta fundación heredera universal del patrimonio de Benedetti y creada a su muerte con el objetivo de "rescatar al autor desde el punto de vista más académico".

Lago y Silva adelantaron algunas de las actividades que desarrollará la Fundación Mario Benedetti una vez que se concrete la adquisición de un local definitivo para su funcionamiento.

Actualmente la institución tiene su sede provisional en el apartamento en el que residió Benedetti hasta sus últimos días, en el centro de Montevideo. "La idea es comprar una casa, porque es imposible que funcione en el departamento donde él vivía", pues "es muy chiquito", dijo Sylvia Lago.

La Fundación organizará talleres literarios y conferencias, y recibirá "a muchos estudiantes y académicos", aunque "también está previsto por testamento la creación de una biblioteca y un museo", de ahí que se requiera un espacio más amplio, aseguró Lago.

Ariel Silva explicó que el propio Benedetti era en principio poco receptivo ante la idea de crear una fundación con su nombre: "él siempre dio una negativa". Según Lago, "entendía que era una forma de vanidad", aunque "los amigos lo fuimos convenciendo", sobre todo ante las perspectivas académicas para los estudios literarios que se abrían con un centro así, añadió.

Los escritos póstumos

Además del libro póstumo de poemas que está a punto de publicarse, en principio bajo el título Biografía para encontrarme, Silva y Lago comentaron la existencia de numerosos manuscritos que, sin embargo, serán destinados al estudio y no a la publicación.

"Este es un legado que quedó para la Fundación", aunque "no para sacarlo" fuera de ese ámbito académico e investigador, aseveró Silva, quien fue secretario personal del autor de "La tregua".

No obstante, comentó que en la computadora que utilizaba Benedetti como complemento de las libretas en las que siempre escribía sus obras, "hay un poema inconcluso".

"Era un observador muy agudo" y, como fuente de inspiración, mantuvo hasta el final "sobre todo su vinculación con la realidad, y dentro de la realidad, con las cosas cotidianas", explicó Ariel Silva.

No obstante, destacó por su parte Sylvia Lago, "también tenía una preocupación, perfectamente comprensible", que le acompañó en sus últimos días: "la memoria de sus muertos queridos y al mismo tiempo el enfrentamiento propio con la muerte".

Este pensamiento tiene, según la poetisa, mayor valor por cuanto Benedetti "estuvo lúcido hasta el final y no creía en la vida del más allá".

Fuente
Motor de Ideas (Argentina)