Uno de los principios del periodismo que tanto defendía el presentador de televisión, Carlos Vera, era la imparcialidad. Cómo entender que ahora ese principio haya sido dejado de lado para convertirse en todo lo contrario y defienda ahora, sin vergüenza, la posición de la oligarquía, que escudada en el rechazo a la Ley de Comunicación intenta desestabilizar el país. Queda claro, una vez más, que dicha imparcialidad no existe en el periodismo, menos aún, en la política. Algo que el presentador de televisión entendía muy bien cuando era empleado de la empresa de información Ecuavisa, solo que entonces le tocaba defender la “política del medio”, y como parte de ésta la supuesta imparcialidad, para mantener su vanidad de ser el mejor entrevistador del país; aunque luego de salir del canal entendió que era un empleado más, claro que con muchas ventajas sobre aquellos periodistas que se “mojan el poncho” en las calles. Él tenía el rating, pero el presidente de la República, Rafael Correa, pudo más y terminó con la oposición que a diario hacía Carlos Vera en el noticiero Contacto Directo y, los fines de semana, con el programa Cero Tolerancia. Ahora se ha declarado opositor del Jefe de Estado y es, hasta el momento, el fiel candidato de la derecha ecuatoriana. ¿Carlos Vera sería el mismo agitador de las masas si estuviera bien posesionado en un canal de televisión?

El pasado miércoles 25 de noviembre, una veintena de personas, entre ellos empresarios guayaquileños, estudiantes opositores al gobierno, líderes evangelistas y hasta políticos de triste recordación en el país, todos ellos con camisetas negras, gritaban: ¡Fuera Correa! ¡Abajo el totalitarismo! mostrando el afán desestabilizador de la oligarquía del puerto principal. “Ya pronto marcharemos para que otros marchen. La Ley Mordaza (de Comunicación) es la gota que derramó el vaso, pero no la única libertad que vamos a defender, aunque recuerden que la libertad de expresión es la primera que ejercemos”, dijo Vera frente a sus convocados, mientras la vanidad, ni en ese espacio, desaparecía. Lo que más impacto fue que a cada momento se cogía el pelo y que el discurso en momentos desentonó con las expectativas que tenía el público. Más contundentes fueron los discursos de Washington Delgado, secretario de la Asociación Ecuatoriana de la Radiodifusión (AER); César Coronel, estudiante de la Universidad Católica de Guayaquil; Margarita Arosemena Gómez Lince, del Movimiento Guayaquil de Pie; Martha Roldós, ex candidata a la presidencia, y Nelson Zabala, pastor evangélico, quien calificó al mandatario de “Caín con su pueblo”. Todos ellos opositores, desde el inicio, al gobierno de Rafael Correa.

En Quito, el jueves 26 de noviembre, ocurrió algo parecido. Diego Oquendo, dueño de radio Visión; Jorge Ortiz, presentador de televisión y cabeza visible de oposición desde la empresa de información Teleamazonas; José Gallardo, conocido como el chatarrero del Cenepa por haber sido denunciado de comprar armamento chatarra a Argentina en el conflicto con el Perú; así como el empresario quiteño Patricio Donoso, ex candidato a Asambleísta por Pichincha por la Unión Demócrata Cristiana (UDC) en alianza con el Partido Social Cristiano (PSC), fueron las cabezas visibles de la concentración.

“Vamos a acabar entonces con el modelo que favorece a los delincuentes y persigue a los inocentes. El problema no está con Correa sino su modelo, el problema no está con Correa, sino sus ideas. A los que dicen ¡Fuera Correa, fuera! Tienen que entender que si se va él viene Moreno y no nos sirve de nada. Con la misma caballerosidad hace lo mismo de siempre; tienen que irse todos los de Alianza País”, indicó Vera, haciendo callar las exigencias que sus seguidores de Guayaquil el día anterior le gritaban respecto a la salida de Rafael Correa.

Muestra del apoyo de la oligarquía ecuatoriana al presentador de televisión se evidenció el domingo 29 de noviembre cuando Jorge Ortiz, por medio del programa Día Siete, entrevistó a Carlos Vera, que más allá de la discusión de la Ley de Comunicación, que en verdad no es tan democrática como pareciera, se evidenció el apoyo a la posible candidatura a la Presidencia de la República del ex presentador de televisión en Ecuavisa. Todo giró como si estuviésemos en tiempos de campaña cuando los candidatos desfilan por los medios de información presentando sus propuestas de gobierno. Así ocurrió cuando reiteradamente Ortiz insistía a Vera la alternativa de gobierno que necesita este país.

Hay que estar atentos con las estrategias que la oligarquía, con su gran poder económico que maneja, impulse para posicionar al presentador de televisión como el único salvador de sus ideas. Carlos Vera es el candidato que perfila la derecha.