Una realidad

Joaquín, de 33 años de edad, y Rosa de 28, son esposos y oriundos de una comunidad indígena de Otavalo, recibieron solo la educación primaria y son padres de dos niños que se encuentran en edad escolar. Hasta el 2008 Joaquín era un obrero en una fábrica textil y ella empleada doméstica. En diciembre de ese mismo año fue notificado que la fábrica debía prescindir de sus servicios, al igual que cinco más de sus compañeros. Ha transcurrido más de un año y a pesar de contar con experiencia, aún no ha podido encontrar un empleo fijo.

Joaquín cuenta que pasó algunos meses buscando oficio “de lo que fuese”, pero nadie lo aceptaba, pues en todos los lugares el personal estaba completo; debiendo sobrevivir solo con los 150 dólares que su esposa recibe como sueldo y los extras que ella consigue lavando la ropa de algunos vecinos los fines de semana. A fines del año pasado debió pedir a un compadre que es “maestro constructor”, que le permita ser su ayudante. Actualmente es albañil y al igual que muchos colegas suyos, en temporadas tiene trabajo y en otras no. Él como muchos ecuatorianos con empleos temporales y subempleados no pueden calmar, en ocasiones, ni el hambre de sus hijos, y con su realidad ven que la situación laboral es cada día peor.

El desempleo en el país se agrava con el pasar de los días. Según los datos oficiales entregados por el primer mandatario en su informe del 10 de Agosto, que son los mismos que tiene el INEC, a junio del 2010 el país alcanzó el 7.8% de desempleo, cifra que hace ver que las cosas aparentemente van mejorando.

Pero varios organismos no afines al régimen informan que este porcentaje es superior, y tal vez bordee el 10%, porcentaje similar al de los Estados Unidos. Es que al sumarle a la cifra oficial del desempleo absoluto el 50.40% del subempleo, en la que muchos ecuatorianos como Joaquín se encuentran, la cifra sobrepasaría el 60% de la población económica activa, lo cual pone en videncia una grave crisis que se desarrolla por fuera de la millonaria campaña del régimen que nos muestra un país en crecimiento. Como parte del subempleo, también constan los 400 mil niños trabajadores en el país, que son el 34% de esa población.

Estas cifras altas de desempleo, que traen aparejadas la pobreza, no son solo estadísticas, sino una realidad lacerante, y el resultado del sistema capitalista y de la larga noche neoliberal que se imponen en el mundo, causando una crisis económica que tuvo uno de sus momentos de mayor estallido en el 2008, e involucró directamente no solo a los países pobres sino también a las grandes potencias. Este escenario internacional ha empeorado la situación del Ecuador, por falta de iniciativas, planes y políticas de parte del gobierno para provocar la reactivación económica del país, señaló el ex colaborador del régimen, Luis Maldonado Lince.

En el 2009 (período de Rafael Correa) la incidencia de la pobreza alcanzó el 21.82% a nivel urbano; entonces ¿por qué creer que la cifra del desempleo se ha reducido a esta fecha, si la falta de empleo y el subempleo son los factores que más incrementan los niveles de la pobreza en un país? Además, se deben tomar en cuenta los datos publicados por el Sistema Integrado de Indicadores Sociales del Ecuador, SIISE, que revelan que la pobreza en el país es desbordante. Por provincias, la realidad muestra a Morona Santiago como la provincia más pobre del Ecuador, y alcanza un porcentaje del 69%; le sigue Napo con el 67,9%, Bolívar con el 65,9 %, Zamora Chinchipe posee el 62,3%, y Pichincha el 25%.

En ese mismo año, (2009) el gobierno nacional creó la Estrategia Nacional de Empleo, ENEC, que sería encargada de fomentar y proteger el empleo, mejorar la empleabilidad, protección social y mejorar los ingresos para generar 86.219 plazas de trabajo. Ofrecimiento que se lo llevó el viento, como aquella promesa hecha por el régimen en abril del 2007, cuando dijo que se generarían 300 mil empleos en 4 años. Han transcurrido 3 años de administración y los resultados no son halagadores. Sólo en marzo de este año se conoce, por los informes de la Revista Análisis Semanal, que 40 mil puestos en las distintas ramas desaparecieron debido al cierre de empresas, que no podían mantener los altos costos de la materia prima para su producción.

Otro factor que ha venido a empeorar la situación laboral en el país es la baja de las remesas de los migrantes en el exterior, ya que al igual que muchos compatriotas que aún viven aquí, se encuentran en la desocupación. “Debido a esta crisis, en el segundo semestre de este año se ha evidenciado una rebaja del 5% de las remesas que alimentaban al erario nacional”, según lo informa la Agencia de Noticias del Ecuador y Sudamérica, ANDES.

Es penosa la realidad del Ecuador, cuando se observa que el gobierno muestra cifras maquilladas y no hace nada para tratar de sacar al Ecuador de esa dura realidad. Para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, en el 2010 se calcula que se registrarán 39 millones de pobres en la región. Y en el país, si siguen las cosas como están, los casos como el de Joaquín, que pese a tener u gran potencial, se ahogan en la desesperanza.