La mezquita cairota al-Ahzar, considerada como la principal autoridad del islam árabe, acaba de abrir un coloquio titulado «Libertad y ciudadanía… diversidad y complementaridad». Numerosos teólogos y políticos que representan diferentes escuelas musulmanas y diversas escuelas cristianas, participan en ese coloquio, y el Vaticano se halla ampliamente representado entre los oradores.

En el marco de este coloquio, el imam Ahmad el-Tayyeb tiene intenciones de cuestionar la noción jurídica islámica conocida como «dhimmitud».

A lo largo de la Historia, las comunidades judías y cristianas obtuvieron la protección de los poderes políticos musulmanes con la condición de que aceptaran someterse a ellos, aunque en tiempos de Mahoma habían gozado de los mismos derechos que los musulmanes.

La cuestión de la dhimmitud a menudo se convirtió en una forma sometimiento en la que los no musulmanes pagaban un impuesto hasta 3,5 veces superior a lo que pagaban los musulmanes, así como diversas formas de discriminación que llegaban a incluir el uso obligatorio de vestiduras que los diferenciaban de los musulmanes, o incluso su eliminación física, como en el caso de Europa oriental. De llegarse en este coloquio a un consenso sobre este tema, el comunicado final probablemente enterrará esa noción «anacrónica».

La importancia de este debate no sólo reside en que se trata de tomar una decisión definitiva sobre una noción que todos los Estados árabes, con excepción del Emirato Islámico (Daesh), ya han abandonado, sino que al poner fin a la «Umma», o sea al concepto de comunidad de los musulmanes por oposición a quienes no practican el islam, la principal autoridad del mundo islámico desacreditaría definitivamente la ideología de la Hermandad Musulmana.