Constatamos con lamento que la edición digital estadounidense The Daily Beast vuelve a engañar a sus lectores afirmando que María Bútina, arrestada el pasado verano en EEUU, procuró, con el consentimiento de los representantes oficiales de Rusia, influir en el diseño de la política de EEUU. Después de que la FBI, recurriendo a severos detalles de confinamiento y amenazas de una sentencia dura, obligara a nuestra ciudadana a difamar a sí misma, los especialistas en noticias falsas de nuevo difunden inventos sobre la “intromisión rusa”.

Las conclusiones sobre tal intromisión se hacen a partir del hecho de haber visitado Moscú, un año antes de los pasados comicios presidenciales en EEUU, de una delegación de la Asociación Nacional del Rifle, una de las mayores y más antiguas organizaciones no gubernamentales de EEUU.

Entre los organizadores de aquella visita, absolutamente abierta, figuraba María Bútina quien integraba la directiva de la ONG rusa “El derecho a las armas” que mantiene estrechos vínculos con sus correligionarios en el exterior.

El artículo publicado en The Daily Beast pone énfasis en que el 9 de diciembre de 2015, la delegación estadounidense había sido recibida por el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, lo que es pura verdad. Semejantes encuentros que se celebran a solicitud de personalidades públicas, estudiosos y empresarios, forman parte de la actividad cotidiana del Ministerio, de lo que sistemáticamente el mismo da cuenta. Por ejemplo, durante el encuentro con representantes de la Asociación Nacional del Rifle se habló de la situación general en el mundo, de las relaciones bilaterales, así como de los problemas concernientes a la Asociación.

Si los autores de la teoría conspirativa hubiesen visitado la página web de la Cancillería rusa, se habrían enterado de que literalmente al día siguiente, el 10 de diciembre de 2015, el canciller ruso recibió al presidente de la Fundación Carnegie, William J. Burns. Partiendo del perfil de esta entidad, la conversación se centró en el quehacer internacional y las perspectivas del diálogo político.

Más aun, un año antes de los comicios presidenciales en EEUU, el entonces secretario de Estado de EEUU, John Kerry, visitó Moscú en tres ocasiones. Durante aquel periodo, el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia sostuvo con su homólogo estadounidense 18 encuentros personales y 70 conversaciones telefónicas. El 29 de febrero de 2016, estuvo en la capital rusa el director de la CIA, John Brennan.

Ya que The Daily Beast expresa preocupación con motivo de que la delegación de la Asociación Nacional del Rifle podía haberse entrevistado en Moscú con los cargos oficiales rusos, contra los que EEUU había decretado sanciones, vamos a revelar un “secreto” más. Desde el inicio mismo de la obsesión de la Casa Blanca por confeccionar las “listas negras” (gobierno de Barack Obama) de los funcionarios rusos sometidos a sanciones, los embajadores de EEUU en Rusia se empeñaban en entrevistarse con éstos.

Quisiéramos aconsejar a los no muy escrupulosos periodistas estadounidenses que dejen de embaucar a sus lectores. Aunque, nos damos cuenta, desde luego, que se trata de un cometido dado por determinados sectores políticos de EEUU.