Lo que vienen de realizar los presidentes Hugo Chávez (Venezuela) y Lula (Brasil) es un acontecimiento mayor para el proceso de integración latinoamericano. Ambos mandatarios han firmado lunes 15 de febrero 2005, un acuerdo económico en el ámbito de la defensa, la minería y de los recursos energéticos. Venezuela ha manifestado su interés por la adquisición de aviones de combate brasileños. Igualmente las dos respectivas compañías petroleras nacionales, Petrobras et PDVSA han concluido un acuerdo para construir conjuntamente una refinería en Brasil y explotar el petróleo venezolano.

Hugo Chávez aprovechó la ocasión para afirmar su intención de privilegiar intercambios económicos con los países latinoamericanos vecinos en lugar de los Estados Unidos, a pesar que los beneficios resulten menores. Estos futuros acuerdos constituyen también los cimientos del proyecto de un consorcio petrolero sudamericano tan querido e importante al presidente Chávez, que una vez integrado en el seno de la OPEP podría permitir a los países productores de esta región liberarse de la dependencia de las grandes compañías, casi todas multinacionales extranjeras.