En 2017, la entonces Fiscal General de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, se pronunciaba contra la convocación de una Asamblea Nacional Constituyente y acusaba al presidente constitucional, Nicolás Maduro, de estar implicado en el escándalo de corrupción internacional conocido como “Caso Odebrecht”, en el que estaban realmente implicados varios dirigentes latinoamericanos. Según Luisa Ortega, el presidente constitucional de Venezuela habría recibido sobornos millonarios.
La señora Luis Ortega Díaz era considerada miembro del “chavismo histórico” y estaba casada con un diputado chavista, así que sus acusaciones contra el presidente Nicolás Maduro y otros líderes bolivarianos, ampliamente divulgadas por la prensa internacional dominante, alcanzaron gran repercusión.
Luego de una serie de peripecias, Luisa Ortega y su esposo Germán Ferrer huyeron de Venezuela y viajaron por América Latina repitiendo acusaciones cada vez más sensacionales contra el presidente Nicolás Maduro y contra Diosdado Cabello, el “número 2” de la principal formación política chavista, el Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV).
Sin embargo, el 19 de abril de 2021, durante un juicio en Miami (Estados Unidos) por un caso de fraude fiscal, el hombre de negocios Carlos Urbano Fermín reveló haber pagado a la señora Luisa Ortega Díaz un millón de dólares para evitar ser procesado en Venezuela por sus negocios ilícitos en ese país [1].
Esta revelación confirma la tesis del gobierno del presidente Nicolás Maduro, que ha señalado reiteradamente que las estruendosas denuncias proferidas por Luisa Ortega Díaz eran infundadas y tenían como único objetivo esconder la corrupción de la propia acusadora en momentos en que ella misma estaba siendo investigada en Venezuela.
Si bien es cierto que la corrupción es un mal generalizado en numerosos países de Latinoamérica, es importante señalar también que, uno a uno, prácticamente todos los líderes de la oposición extremista venezolana, incluyendo al autoproclamado “presidente interino” Juan Guaidó, han resultado ser corruptos, mientras que todos los dirigentes gubernamentales venezolanos cuya corrupción se ha comprobado han sido destituidos y enviados a los tribunales.
[1] “Venezuela prosecutor who defied Maduro implicated in bribery”, Joshua Goodman, Associated Press, 23 de abril de 2021.
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