Lo hace convencida de la importancia de examinar la gestión de los gobiernos como un mecanismo para garantizar la vigencia de los derechos humanos. Además, consideramos que el análisis crítico es un ejercicio esencial para construir democracia en cualquier sociedad que se precie de ser respetuosa de las diferentes opiniones que en ella conviven.

Adicionalmente, este tercer embrujo, como se conoce en nuestro círculo de lectores y en la opinión pública a esta serie de documentos, continúa simbolizando uno de los propósitos centrales de la Plataforma: generar un espacio plural, en el que tengan cabida no sólo las opiniones de sus miembros sino las de aquellos sectores igualmente interesados en proponer análisis y alternativas a la realidad social colombiana. Por eso, ante todo, es un libro escrito a muchas manos.

Al igual que en los embrujos anteriores, se busca una visión de conjunto, construida a partir de la diversidad de enfoques y énfasis temáticos, manteniendo como eje común de análisis el diseño y ejecución de políticas públicas gubernamentales. De esta forma, se pasa revista al contexto político y económico, a la situación de los derechos económicos, sociales y culturales, a la evolución del conflicto armado interno y a los avances o retrocesos en la garantía de los derechos especiales de grupos poblacionales como los indígenas, afrocolombianos, campesinos, niñas y niños, entre otros.

Sobre esta estructura común, avanzamos en nuevos retos y enfoques. Uno de ellos, la inclusión de una visión de Colombia desde América Latina. Pensamos que es necesario que aprendamos a mirarnos con relación a nuestros hermanos culturales y territoriales, cuyas dinámicas sociales y políticas muestran signos recientes de transformación. Por ello, introducen el libro dos ensayos - uno desde el Cono Sur y otro desde el mundo andino- en donde sus autores nos plantean temas que no aparecen inscritos en nuestra coyuntura interna, pero que se discuten agudamente en el concierto latinoamericano. En especial, el del aislacionismo colombiano, y sus posibles consecuencias regionales. También, el de la alianza incondicional de este Gobierno con los Estados Unidos de Norteamérica. Para la Plataforma, como parte integrante de una red continental, propiciar la lectura de la situación colombiana desde una perspectiva regional resulta urgente, provocativo y sugerente. Entre otras razones, por cuanto nos permite identificar caminos alternativos, que algunos países vecinos ya han empezado a recorrer, tanto en la búsqueda de un desarrollo centrado en el ser humano, como en un progreso democrático articulado a la multiculturalidad.

Igualmente, la sección de contexto incluye una gama variada de análisis: qué está pasando en Colombia con la medición de la pobreza, hasta dónde las diferencias metodológicas son las que explican las variaciones en las cifras, cuáles son los resultados de la política de fumigaciones, cómo avanza la inserción de las empresas multinacionales en la economía y la explotación de recursos naturales, qué ha ocurrido con la promesa de lucha anticorrupción del presidente Uribe y cómo están los derechos de participación de la oposición política en el marco de la posible reelección del candidato presidente, entre otros.

Colombia es un país de regiones. Y un análisis que pretenda ser realmente nacional tiene que incorporar sus miradas sobre las políticas gubernamentales. Por ello, diversos artículos recogen lo que está ocurriendo con la salud en la Costa Atlántica, la educación en Santander, el empleo en Ibagué, la movilización social en el Cauca, la dinámica del conflicto armado en el Nororiente y en el río Atrato. De esta forma, adquieren renovada relevancia aspectos como el establecimiento de megaproyectos regionales, verbigracia el cultivo de la palma aceitera o la extracción maderera, con el consecuente desplazamiento de comunidades afocolombianas y campesinas, la “Propuesta de Acuerdo Humanitario para el Chocó” o el “Mandato Indígena y Popular de la Minga por la Vida, la Justicia, la Alegría, la Libertad y la Autonomía” de las comunidades del Cauca.

Sobresale en esta lectura el caso del departamento de Arauca, uno de los más golpeados a nivel humanitario y escenario privilegiado del experimento de las zonas de rehabilitación, posteriormente declaradas inconstitucionales. A la fecha, su crisis política y social no ha sido superada, y por el contrario tiende a agudizarse. Ello se evidencia en tres apartes del libro, relativos a la situación de conflicto y sus efectos sobre los derechos humanos, la garantía del derecho a la educación y el avance de las empresas multinacionales en la región.

A tres años de gobierno, tanto el Presidente como sus escuderos siguen insistiendo en que no hay conflicto armado interno en Colombia. Discusión no sólo retórica o semántica, sino fundamentalmente política, y que acarrea consecuencias concretas a la hora de encontrarle salidas al destino incierto de violencia que caracteriza nuestra historia. Uno de los artículos señala con claridad las falacias de esta posición insostenible.

Como red promotora de una ciudadanía basada en la garantía integral de todos los derechos humanos para todos y todas, no podía faltar una visión sobre la evolución de las violaciones de los derechos civiles y políticos, como tampoco la respuesta gubernamental frente a las demandas de verdad, justicia y reparación de las víctimas, con un valor agregado novedoso y poco reconocido por nuestra sociedad: el impacto psicosocial de la violencia, y su necesario tratamiento.

A más de ser un país de regiones, somos un país de diversidades, con necesidades particulares y propuestas diferenciadas. Por eso, el embrujo continúa visibilizando algunas de las problemáticas que en materia de derechos humanos tienen los niños y las niñas, los y las jóvenes, los grupos de lesbianas y gays, los campesinos y campesinas, las comunidades indígenas y afrocolombianas, dejando ver su particular e importante visión del mundo, sus aspiraciones y propuestas.

La Plataforma quiere reconocer a los autores, hombres y mujeres, miembros de instituciones y estudiosos independientes, por su empeño en cumplir con los parámetros de la publicación. Gracias a ello, las más de veintiocho voces que nos acompañan no resultan altisonantes, conservando siempre la diversidad y autonomía que les son propias. También queremos agradecer a la Fundación Dos Mundos por recrearnos los ojos y el espíritu con las maravillosas imágenes que aquí se presentan.

Esperamos que “Más allá del Embrujo” cumpla con ser una opinión crítica y sustentada sobre la coyuntura nacional, y sirva a todos aquellos interesados en la transformación de Colombia en un país incluyente, con justicia social, democrático, y respetuoso de los derechos humanos. Porque estamos convencidos que éste es el punto de partida necesario para alcanzar la paz real que tanto deseamos y necesitamos.

Posdata: recordando los embrujos

El “embrujo” es una serie de documentos – tres hasta el momento - que cada año compila y presenta la Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo, a modo de seguimiento a los compromisos del Gobierno en materia de respeto y protección de los derechos humanos. El interés de la Plataforma al realizar estos balances no es hacer oposición política al gobierno ni reemplazar a quienes están llamados a hacerla, partidos políticos y movimientos sociales. El objetivo es ofrecer un derrotero de lo que debería ser una política pública sustentada en el respeto incondicional e integral a los derechos humanos. Como lo ha reiterado la Corte Constitucional, la razón de la institucionalidad estatal es garantizar los derechos de sus asociados y asociadas, por lo que éstos están en todo su derecho de revisar el camino recorrido y exigir cuentas, más allá de sus adscripciones partidistas.

“El Embrujo Autoritario”. Primer año de gobierno de Álvaro Uribe Vélez, septiembre 2003. Recibió un boom inusitado por acción de la fuerte descalificación pública que el Gobierno hizo de él. Este primer embrujo recoge reflexiones para un análisis de las políticas públicas propuestas por el Presidente Uribe en diferentes proyectos de ley y el Plan Nacional de Desarrollo, para mostrar cómo por un lado va la retórica oficial y por otro las consecuencias reales de dichas políticas. Se resalta también en este documento la manera como la política de defensa y seguridad democrática vincula a los civiles de manera directa en la guerra, en contra de los principios esenciales de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario.

“Reelección: el embrujo continúa”. Segundo año de gobierno de Álvaro Uribe Vélez, septiembre 2004. En esta ocasión, todos los textos de los diferentes campos de análisis se organizaron en bloques temáticos: el primero, donde están los artículos que desarrollan visiones de contexto, que permiten ubicar tanto el sentido estratégico de la acción de gobierno como sus principales falencias; el siguiente bloque evalúa las ejecutorias de gobierno desde la perspectiva de cumplimiento de los derechos económicos, sociales y culturales; el tercer bloque se dedica al estado de los derechos civiles y políticos y el cuarto presenta la situación de poblaciones específicas.