Retos y oportunidades del TLC para el sector agropecuario
Sociedad de Agricultores de Colombia – SAC-

La Sociedad de Agricultores de Colombia –SAC-, gremio cúpula del sector agropecuario y vocero de los productores ante el Gobierno, el Congreso de la República, y otros grupos sociales, tenía tres objetivos en la mesa de negociación del TLC. Estos eran: garantizar un acceso real de nuestros productos, crear mecanismos de defensa y por último, generar una gradualidad. El primero pretendía lograr condiciones comerciales que garantizaran un acceso real a Estados Unidos y aseguraran verdaderas posibilidades de exportación de bienes agropecuarios. El segundo, buscaba generar mecanismos de defensa y escape de las ayudas internas y los subsidios a la exportación de Estados Unidos, y el tercero, pretendía brindar una gradualidad en el proceso de liberación arancelaria que asegurara espacios de ajuste a subsectores sensibles y reconversión en otros casos.

Después de catorce rondas de negociación del TLC, que iniciaron en mayo de 2004, los resultados, desde el punto de vista de la SAC, son manejables. Dentro de los puntos favorables podemos contar, en materia sanitaria y fitosanitaria, con el compromiso de tener un representante primario de cada país, esto permitirá canalizar oportunamente los requisitos para el cumplimiento de la normatividad sanitaria de cada una de las partes. De esta manera, se aseguraría en parte, el acceso real de nuestros productos al mercado Estadounidense. En este tema, la SAC recomienda fortalecer la infraestructura en el área sanitaria y fitosanitaria de Colombia, para poder realizar diagnósticos certeros. De esta forma se garantiza el consumo de productos de buena calidad por parte de los consumidores. Otro resultado positivo, es el de beneficiar de una manera equitativa a las diferentes actividades que componen una cadena productiva, sin sacrificar a unos por otros. Por último, dentro de los puntos favorables, Colombia logró conservar las preferencias arancelarias contempladas en la ley para la erradicación de drogas y promoción del comercio andino - ATPDEA - .

Sin embargo, en el término de la negociación, no se pudieron obtener los instrumentos propuestos por el sector privado y ofrecidos por el Gobierno, para compensar las diferencias que generan las ayudas internas otorgadas por el gobierno de los Estados Unidos a sus productores. Las salvaguardias y el requisito de desempeño fueron negados. Por otro lado, las concesiones hechas por Colombia en bienes sensibles, como el maíz, fueron más allá de lo previsto y en algunos casos fueron superiores a las hechas por Perú. También se aceptaron exclusiones a Estados Unidos en el caso del Azúcar y en las compras Estatales en Agricultura, sin que Colombia hubiera obtenido nada a cambio.

A pesar de estas duras condiciones, pensamos que si el Gobierno Nacional cumple los compromisos asumidos con el sector agropecuario, y el congreso los aprueba, el impacto del acuerdo será manejable a corto plazo y podrá generar oportunidades favorables en nuestro sector a mediano y largo plazo.

Dentro de nuestras sugerencias para el Gobierno colombiano destacamos el implementar, junto con el sector privado, el programa Agricultura Ingreso Seguro. Este programa busca minimizar el impacto negativo en los productores más afectados de bienes sensibles como el arroz, el maíz, la soya, el fríjol, el trigo yla cebada. Es indispensable a su vez, generar una agenda interna sólida en materia de infraestructura, que mejore la competitividad del país para poder aprovechar las oportunidades de exportación, tanto agrícolas, como industriales y de servicios. También recalcamos la importancia de hacer esfuerzos en la inversión social rural, para evitar un deterioro de la estabilidad social en el campo y estimular el desarrollo de producciones, con amplio potencial exportador, como el biodiesel, etanol, frutas y hortalizas, entre otros.

Los Gremios afiliados a la SAC y ésta, van a seguir trabajando junto con el Gobierno una política agrícola estable y sostenible, y harán el mayor esfuerzo para lograr mejorar la competitividad incorporando la tecnología requerida, y diversificando la producción en las regiones agropecuarias del país en donde sea necesario.

Merecemos más que ser una industria de maquila cultural
Ximena Tapias Delporte
Presidente Ejecutiva
Unión Colombiana de Empresas Publicitarias –Ucep-

Aún no se ha terminado el análisis de los efectos reales que tendrá el TLC negociado en las industrias culturales. Sin embargo, lo que parece ya claro de las negociaciones y de la posición del Gobierno frente al sector cultural, es que nuestra gran ventaja competitiva que resulta ser el indiscutible talento y la creatividad de los Colombianos, queda asegurada en alguna medida pero a precios locales, significativamente inferiores a los que el mismo talento tiene hoy en día en los Estados Unidos.

A mi juicio, es previsible consolidación de una “creatividad de maquila” en Colombia, que como proveedora de servicios en los que el intelecto y el talento son su principal insumo, generará mayores discriminaciones y asimetrías de nuestro país, frente a nuestro principal interlocutor comercial en el TLC. Así, nuestro patrimonio intangible, consagrado en los generadores de ideas, artistas, creativos, científicos e intelectuales, se medirá en el mercado globalizado como un bien, en el que los bajos costos de producción, propios de nuestra realidad económica, justificará la producción nacional, para su explotación en el mercado Norteamericano, en manos de cuyos actores se quedará el verdadero beneficio del “valor” -tangible e intangible- de nuestra producción intelectual.

Ello no es malo per se, pero dista mucho de aquello con lo que soñamos quienes defendimos con ahínco nuestro patrimonio cultural en el marco de las negociaciones. El talento, fuente de contenidos en el mundo globalizado, y recurso natural renovable de inmensa riqueza no puede dar lugar a nuevas discriminaciones en razón de la nacionalidad.