Uno de los principales argumentos esgrimidos por algunos detractores de la Revolución Bolivariana que lidera el presidente Chávez es el supuesto cercenamiento a la libertad de comunicación y expresión.

Sin embargo, y contradictoriamente, el mayor ataque se efectuó durante el efímero golpe de Estado derechista contra Chávez, durante las 48 horas en que permaneció cerrado el canal televisivo del Estado.

Anteriormente, el para entonces alcalde Mayor, Alfredo Peña, férreo opositor al bolivarianismo, también cerró la televisora comunitaria Catia TV.

Por su parte, los seguidores del proceso bolivariano en Venezuela perdieron la credibilidad en los tradicionales canales privados de televisión por haberse aliado con los grupos de poder que intentaron derrocar a Chávez.

El Relator Especial para la Libertad de Expresión, Eduardo Bertoni, afirmó en una entrevista para la ONG Libertad de Prensa, que la organización que dirige “ha observado con preocupación la escasa, o en ciertos momentos nula, información en que se encontró la sociedad venezolana en los días de la crisis institucional de abril de 2002”.

Explicó además que, aunque puedan existir ciertas justificaciones para explicar esta falta, “la supresión de información como resultado de decisiones editoriales motivadas por razones políticas debe ser objeto de un proceso de reflexión por parte de los medios de comunicación venezolanos acerca de su rol”.

# Agencia Bolivariana de Noticias (Venezuela)