Durante la administración de Vicente Fox, Petróleos Mexicanos (Pemex), la paraestatal más importante de México, pasó del sexto lugar, como empresa petrolera en el ámbito internacional, a la novena posición.

El saldo negativo del sexenio va más allá: en materia de reservas petroleras el país decrece sus expectativas, además de la ya anunciada declinación prematura de Cantarell, yacimiento localizado en la sonda de Campeche que aporta el 60 por ciento de la producción total de crudo.

Francisco Garaicochea, coordinador del Grupo de Ingenieros Pemex-Constitución del 17, estima que la reducción del patrimonio petrolero (crudo y gas) durante este sexenio supera los 500 mil millones de dólares, y explica que la duración de las reservas se ha reducido de 19 a 9.6 años.

Tan sólo en este periodo “la reducción de nuestro patrimonio gasífero ha sido mayor de 133 mil millones de dólares”, precisa. De acuerdo con el ingeniero, la duración de las reservas de gas natural se ha reducido de 24 a 11 años, sobre todo porque Pemex no ha aplicado oportunamente “la mejor opción de explotación”.

Garaicochea ejemplifica con el caso Cantarell, pues dice que con la inyección de nitrógeno sólo se recuperará la mitad del petróleo original de yacimiento. “Si en vez de inyectar nitrógeno se hubiera inyectado en forma selectiva gas natural, la recuperación habría sido mayor del 70 por ciento del petróleo original”.

Y es que para forzar la producción del crudo que se vende a Estados Unidos, en 1997 Pemex firmó un contrato por 15 años con la Compañía de Nitrógeno de Cantarell, S.A. de C.V. Esta empresa ganó la licitación internacional para construir la planta de producción de dicho gas y suministrarlo a 210 pozos productivos del yacimiento más importante de México.

La medida fue impuesta por el ex director de Pemex, Adrián Lajous, principal responsable según señala el ingeniero Garaicochea, a pesar de que Pemex cuenta con infraestructura para extraer el crudo con la inyección del gas natural que actualmente se quema en la atmósfera.

La planta opera en la Península de Atasta desde abril de 2000, y diariamente provee mil 200 millones de pies cúbicos de nitrógeno a los pozos de la sonda de Campeche.

Francisco Garaicochea calcula que, por no inyectar oportunamente el gas natural en Cantarell, la pérdida patrimonial supera los 300 mil millones de dólares. Además advierte que en países de primer mundo la inyección del gas natural es obligatoria.

La irracional compra e inyección de nitrógeno en Cantarell, sin haber suprimido la quema de gas en la región marina, fue originada por el retraso en la terminación de los proyectos IPC-1, IPC-22 e IPC-28, los que permitirían a Pemex aprovechar el gas producido mediante la construcción de plataformas y ductos para su compresión, procesamiento y manejo, dice.

Garaicochea agrega que en dichos proyectos participaron la subsidiaria Pemex Exploración y Producción y las compañías privadas Halliburton y Bechtel. El coordinador del Grupo Constitución del 17 señala que por errores en el diseño, la construcción o la supervisión, el retraso inexplicado en las obras aludidas ha originado la quema de gas a la atmósfera.

Inversión necesaria

En medio de la incertidumbre generada por el declive de las reservas de Cantarell, en julio pasado cayeron las exportaciones de Pemex a un promedio de un mil 635 millones de barriles de petróleo al día, contra los mil 776 millones de barriles exportados un mes antes.

Información de Petróleos Mexicanos descubre que la paraestatal también redujo sus niveles de producción de petróleo al pasar a 3 mil 232 millones de barriles de petróleo al día, de los 3 mil 287 millones que se extrajeron en junio pasado.

Para revertir la tendencia negativa, Francisco Garaicochea indica que es necesario invertir importantes sumas de dinero en exploración, además de adoptar medidas eficaces en la extracción de los recursos.

Cifras oficiales de la paraestatal indican que en 2005 Pemex destinó a este rubro 12 mil 700 millones de pesos, monto que supuestamente la ubica como la cuarta empresa petrolera con mayor nivel de inversiones.

La paraestatal apunta que de 2001 a la fecha ha invertido 68 mil millones de pesos en exploración, cifra que según ha dicho el director de Pemex, Luis Ramírez Corzo, representa el doble de lo invertido de 1995 a 2000.

En los últimos cinco años la inversión ha tenido una tasa anual promedio de crecimiento de 17 por ciento; sin embargo, el pasado 11 de agosto Ramírez Corzo advirtió que, ante la declinación de Cantarell, a partir del siguiente ejercicio fiscal Pemex enfrentará necesidades de inversión por 18 mil millones de dólares al año.

Pérdidas evidenciadas

De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en los primeros cuatro años de la administración foxista las reservas de gas natural disminuyeron en 3.2 por ciento al año: pasaron de 55 mil millones 515 mil pies cúbicos diarios en 2000 a 48 mil millones 649 mil en 2004.

Además, el máximo órgano de fiscalización revela que “las reservas de petróleo crudo se redujeron en 4.4 por ciento en promedio anual, al pasar de 39 mil 918 millones de barriles en 2000 a 33 mil 312 en 2004.

“El comportamiento decreciente de las reservas se explica principalmente por el incremento en la producción anual de hidrocarburos, por las revisiones y ajustes de las reservas y porque el índice de reposición de éstas fue inferior en 43.2 puntos porcentuales al estándar de empresas de clase mundial, que es de 105 por ciento”, señala la ASF en el informe de la Revisión y Fiscalización de la Cuenta Pública 2004.

Agrega que al 31 de diciembre de 2004, la relación reservas-producción para el petróleo crudo era de 27 años para las reservas totales; de 20 años para las probadas más probables, y de 10 años para las probadas. En el gas natural, esa relación era de 38 años para las reservas totales; de 25 años para las probadas más probables, y de 12 años para las probadas.

Año IV No. 44 Septiembre 2006

Doble contabilidad en reservas petroleras

Petróleos Mexicanos (Pemex) realiza una doble contabilidad sobre las reservas petrolíferas conforme con los requerimientos de la Comisión de Valores de Estados Unidos (Securities and Exchange Comisión o SEC), afirma el maestro Fabio Barbosa, especialista en el sector energético.

El académico del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM explica que en 2003 Pemex modificó la definición y la metodología de cálculo de las reservas probadas.

“La paraestatal se alineó a los criterios y lineamientos de la SEC, que están relacionados fundamentalmente con los problemas de liquidez de las entidades que pretenden fondearse”.

En el mercado de dinero norteamericano, para garantizar la existencia de flujo de efectivo que respalde las inversiones de los compradores de bonos, la SEC sólo reconoce como probadas las reservas de los campos que son explotados en el momento de la evaluación, dice el investigador.

En consecuencia, advierte Barbosa Cano, “la reserva probada de campos que habían sido descubiertos años atrás, pero que se encontraban sin desarrollar, fue eliminada de la columna de probadas y reclasificada”.

El investigador asegura que la estadística de las reservas probadas sufrió una abrupta caída. La disminución entre 2002 y 2003 fue de más de 7 mil millones de barriles y afectó fundamentalmente a Chicontepec.

Fabio Barbosa apunta que dicho cambio propició “una doble contabilidad de las reservas de hidrocarburos, con el objetivo de ajustarse a las exigencias financieras. Por ello, expresa el investigador, las reservas probadas que se reportan son las que se están explotando en el momento de la evaluación para otros reportes.