El Plan Maestro de Movilidad (PMM) fue adoptado por el Decreto 319 del 15 de agosto de 2006. Mediante el Acuerdo 257 de 2006, el Concejo dictó normas básicas sobre la organización y el funcionamiento de las entidades y organismos del Distrito Capital y creó el Sector de la Movilidad, cuya misión es “garantizar la planeación, gestión, ordenamiento, desarrollo armónico y sostenible de la ciudad en los aspectos de tránsito, transporte, seguridad e infraestructura vial y de transporte”. Así mismo, creó la Secretaría Distrital de Movilidad en reemplazo de la Secretaría de Tránsito y Transporte.

A continuación se exponen las nueve grandes políticas contempladas en el Plan Maestro de Movilidad y el alcance de cada una de ellas:

Política: Movilidad sostenible

Alcance: La movilidad es un derecho de las personas que debe contribuir a mejorar su calidad de vida.

Política: Movilidad competitiva

Alcance: La movilidad debe regirse por la efectividad en el uso de sus componentes para garantizar la circulación de las personas y de los bienes bajo criterios de logística integral.

Política: La prioridad del peatón

Alcance: El peatón debe tener el primer nivel de prevalencia dentro del sistema de movilidad.

Política: Transporte público eje estructurador

Alcance: El transporte público y todos sus componentes constituyen el eje estructurador del sistema

Política: Racionalización del vehículo particular

Alcance: El uso del vehículo particular debe racionalizarse teniendo en cuenta la ocupación vehicular y la demanda de viajes.

Política: Integración modal

Alcance: Los modos de transporte deben articularse para facilitar el acceso, la cobertura y la complementariedad del sistema de movilidad urbano, rural y regional.

Política: Movilidad inteligente

Alcance: Las tecnologías informáticas son necesarias para una eficiente gestión del sistema de movilidad.

Política: Movilidad socialmente responsable

Alcance: Los efectos negativos relacionados con la movilidad son costos sociales que deben ser asumidos por el actor causante.

Política: Movilidad orientada a resultados

Alcance: La adopción de un modelo de gestión gradual es indispensable para lograr los objetivos del plan bajo un principio de participación.

El Plan Maestro de Movilidad se enmarca dentro de los conceptos de planeación de ciudad región y de logística del territorio, así como de sostenibilidad en términos generales y se concreta mediante estrategias y proyectos de corto, mediano y largo plazo. Su objetivo es contribuir al crecimiento inteligente de la ciudad, considerando la interacción entre los usos del suelo y los modos de transporte; pretende así el mejoramiento de la accesibilidad, en concordancia con la descentralización de las grandes unidades de servicios y equipamientos, desestimulando el uso de los modos motorizados y fomentando formas más sostenibles de movilidad, como caminar o montar en bicicleta.

Las principales líneas de acción del PMM son las siguientes:

· Integración física, operacional y tarifaria del sistema de transporte público (colectivo y masivo), lo que implica un cambio de esquema empresarial, la modernización del parque vehicular y la eliminación de la sobreoferta del componente colectivo y de taxis. El usuario, con una tarifa única, podrá desplazarse entre cualquier par de puntos de la ciudad.

· Implementación de redes peatonales y optimización de la red de ciclorrutas con el fin de mejorar las condiciones de habitabilidad, preservar el medio ambiente y alimentar el sistema de transporte público.

· El sistema de estacionamientos será un instrumento para la administración de la demanda de transporte.

· Articulación de los modos de transporte para facilitar el acceso, la cobertura y la complementariedad del sistema de movilidad urbano, rural y regional.

· Implementación de áreas para el ordenamiento y manejo logístico de la carga, conectadas, internamente y con la región, mediante corredores logísticos que faciliten la circulación vehicular.

· En las zonas residenciales se propenderá por el tráfico calmado que privilegie los modos no motorizados. Bajo el principio de que los efectos negativos relacionados con la movilidad son costos sociales que deben ser asumidos por el actor causante, se establecerán peajes en la ciudad.

· El mantenimiento de la infraestructura vial existente se priorizará antes que la construcción de nuevas vías, privilegiando en primer lugar, a la infraestructura del sistema integrado de transporte público.

· Implementación del Sistema Integrado de Información de Movilidad Urbano y Regional, SIMUR. Fortalecimiento Institucional en términos de capacidad técnica y legal del talento humano; campañas de educación ciudadana dirigida a los actores de la movilidad; consolidación de aspectos culturales que faciliten la apropiación del PMM y enfoque por procesos.

A pesar de los importantes avances que se han registrado, el reto para la implementación de las principales estrategias del PMM sigue siendo muy grande.

El sistema de movilidad afecta a diferentes sectores y los afectados o protagonistas perciben las estrategias planteadas de diferentes maneras. Se tiene, por un lado, a los usuarios del sistema (peatones, ciclistas, pasajeros del transporte público, pasajeros del vehículo particular, etc.), por otro lado están aquellas personas que derivan su sustento del servicio de transporte (propietarios, conductores, empresarios, concesionarios, industriales, estaciones de servicio, etc.), otro grupo lo conforma el sector institucional de los niveles nacional y distrital que tiene a su cargo la regulación y el control del sistema y, finalmente, un cuarto grupo lo constituye la sociedad en general, no necesariamente usuaria del sistema.

Los objetivos de cada protagonista varían ampliamente y en muchos casos pueden ser, inclusive, contradictorios. Por ejemplo, los usuarios del transporte público buscarán, seguramente, un servicio puntual, rápido y confortable; los operadores tratarán de maximizar sus beneficios y la comunidad probablemente preferirá un transporte sostenible en términos de menor congestión, accidentalidad y contaminación.

Algunas de las estrategias propuestas son de mediano y largo plazo. Por ejemplo, darle al peatón la primera prioridad dentro de los diferentes actores de la movilidad implica un cambio de comportamiento de la sociedad a nivel de cultura ciudadana. De manera similar, la aplicación de los conceptos de crecimiento inteligente debe llevar, prioritariamente, a la renovación y consolidación de la zona central de la ciudad, con un importante compromiso por parte del sector privado.

Finalmente, el proceso de participación y concertación con los diferentes actores de la problemática, que se inició durante la formulación del PMM, deberá llevar a que las estrategias y los proyectos planteados en su horizonte de proyección -año 2020- se implementen a partir del principio de primacía del bien común sobre el particular.