Si bien es cierto que el Perú es un país pacífico y amante de la paz también es cierto que su historia ha sido bastante dura en demostrarle la necesidad de nos descuidarse y mantener siempre una capacidad disuasiva que le permita vivir en paz. No podemos olvidar esas enseñanzas que nos han costado grandes pérdidas territoriales en el transcurso de nuestra vida republicana y que además nos demostraron que frente a cierto tipo de intereses los países nos encontramos solos y dependemos únicamente de nuestras propias capacidades para defendernos. Nadie vendrá en socorro, eso no existe, cuando se presenta la necesidad no solamente no se encuentra ayuda sino que incluso los que se cree que son los amigos de siempre no solamente voltean la espalda sino que al contrario proveen al que nos agrede de mayores recursos para su intención. Y esa nos es una historia antigua, ha ocurrido hace solamente muy pocos años atrás y por ello nuestro país tiene que aprender y curarse en salud. Es evidente que en base solamente al presupuesto nacional nuestras fuerzas armadas no podrán contar con los recursos que le son necesarios para mantener en un buen nivel nuestra capacidad defensiva. El mismo es escaso y la mayor parte se utiliza en gasto corriente por lo que no puede alcanzar para dar un buen servicio de mantenimiento a nuestra capacidad operacional menos aún para afrontar los costos de un repotenciamiento y de ninguna manera para realizar nuevas adquisiciones y por ello se encuentra limitado en extremo. Es así que es vital que el país reflexione seriamente en la importancia de crear un ingreso destinado únicamente a mantener y repotenciar nuestros equipos de defensa. Se debe constituir un Canon destinado a esos fines. Si no lo hacemos estamos poniendo realmente en riesgo nuestro propio desarrollo y crecimiento, pues ello no puede darse si no existe un determinado nivel de seguridad que permita que el mismo no solo se genere sino que se encuentre debidamente protegido. Ello es tan importante como el canon que se destina a las regiones para su desarrollo. Esto toma mayor importancia si somos un país con 5 fronteras terrestres y una marítima que es necesario resguardar. Una nación que no tiene los medios adecuados para su defensa es desvalida y frente a ello hay solamente dos recursos, aliarse y poner su defensa en manos de otro o desarrollar su propio sistema. Si se adopta por la primera hay que estar entonces dispuestos a aceptar lo que ese aliado nos imponga sea cual sean sus consecuencias por lo que la mejor alternativa es la segunda.