La marcha, convocada bajo el lema "En la Argentina no somos todos iguales”, se dio en el marco de la visita que realiza a nuestro país una comisión de expertos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Con los bombos y las banderas de las distintas organizaciones que integran la CTA también llegó el sol a la tarde porteña. Y en la Avenida Callao, frente al Congreso Nacional, se pudo escuchar nuevamente el unánime reclamo de los trabajadores y trabajadoras de cientos de organizaciones que luchan por el reconocimiento gremial. Estaban los estatales, los docentes, los judiciales, trabajadores del neumático, profesionales de la salud, actores, visitadores médicos, de la industria cinematográfica, autogestionados, de los barrios y de distintas organizaciones sociales que hicieron el aguante a sus compañeros motoqueros, pilotos, trabajadores de la salud, los del subte, los mineros, fileteros, telefónicos, gastronómicos, de comercio y de otros tantos sindicatos de la actividad privada que cuentan con la simple inscripción gremial.

La UTPBA-CTA estuvo también presente con una delegación de dirigentes y periodistas de Capital y el Gran Buenos Aires.
La marcha de esta tarde, en la que participaron más de 15 mil trabajadores y trabajadoras de la Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires, fue convocada aprovechando la presencia de una delegación de la OIT, proveniente de Ginebra (Suiza), que el martes mantuvo una reunión de dos horas y media con la Mesa Nacional de la CTA y que prevé, además, encuentros con representantes del Poder Ejecutivo, de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la CGT y sectores empresariales, entre otros.

En ese marco, mientras la columna de la CTA avanzaba por la Avenida Rivadavia y comenzaba el acto central de la jornada, se pudo saber que la comitiva internacional estaba reunida con los diputados nacionales que integran la Comisión de Legislación Laboral de la Cámara baja, entre ellos, Claudio Lozano y Fernando “Pino” Solanas, quienes hicieron llegar su adhesión a la convocatoria. También se hicieron presentes en el acto otros diputados nacionales como Graciela Iturraspe, Martín Sabatella, Ariel Basteiro, Vilma Ibarra y el legislador por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Francisco "Tito" Nenna, entre otros.

El acto

Una hora más tarde de la convocatoria, y luego de caminar unas cuantas cuadras en el barrio porteño de Congreso, comenzaba el acto central de la CTA. Juan Carlos Giuliani, secretario de Comunicación y Difusión de la Central a nivel nacional, y Roberto Baradel, titular del gremio docente y adjunto de la CTA de la provincia de Buenos Aires, fueron los encargados de dar la palabra a los distintos representantes gremiales que oficiaron de oradores.

En primer término, José Rigane, secretario de Organización de la CTA nacional, recordó que “nuestra lucha por democracia y libertad sindical comenzó hace más de una década. Y hay varios impedimentos que frenan esa posibilidad. El primero de ellos es la vigencia de la Ley de Asociaciones Sindicales, la 23.551, que impide que los trabajadores nos organicemos en libertad y democracia. Pero lo más grave es que esa ley es el fundamento para que rija la apropiación por parte del poder sobre los trabajadores. Es la ley que defienden los patrones y el Gobierno. ¿Y por qué defienden esa ley, si es que en serio están de acuerdo con la democracia y la libertad sindical? Porque les conviene el modelo vigente, porque le da sustento a la apropiación de la minoría del poder”. Y concluyó: “Necesitamos la libertad y democracia sindical no sólo para la CTA si no para todas las organizaciones y para la clase obrera. La necesitamos y la vamos a lograr porque se ha demostrado que es producto de la correlación de fuerza”.

A su turno, el representante de los trabajadores del subte de la Ciudad de Buenos Aires, Néstor Segovia, enfatizó: “Estamos frente a este Congreso al que los argentinos votamos para que representen nuestra democracia. Estamos frente a este Congreso, donde están los que nos piden a los trabajadores que los votemos. Y cuando los votamos, se olvidan de nosotros. Pero nosotros no nos olvidamos. Y no vamos a parar hasta conseguir este derecho fundamental. No vamos a parar hasta lograr el reconocimiento y la personería gremial”.

Por su parte, Juan Caccamo, secretario general del Sindicato Independiente de Mensajeros y Cadetes (SIMECA-CTA), reconoció que “nosotros, mejor que nadie, sabemos de los aprietes, las represiones, las entregas y las traiciones a las que somos sometidos todos los días a lo largo y ancho del país. Nosotros en SIMECA sufrimos en carne propia el desprecio y el ninguneo por parte del Gobierno nacional. Podría haber dado un ejemplo el año al otorgarnos la personería gremial que tanto peleamos, que tanto sufrimos compañeros que tenemos caídos. Y no. Eligieron a los mismos de siempre, a un conjunto de papeles, a un expediente y a la misma estructura vacía que entregó a lo largo de los años a todos los trabajadores”.

Más tarde, José Luis Ronconi, de la conducción nacional de la Federación Judicial Argentina (FJA-CTA) se refirió al “incumplimiento no sólo del Estado argentino en reconocer la libertad sindical para todos los trabajadores, si no también de las patronales, que abusan de esa situación. Nosotros representamos a los trabajadores judiciales de todo el país. Y lamentablemente son las Cortes del Poder Judicial en todas las provincias las que violan la libertad sindical y van en contra de la tutela sindical”. En ese sentido, el dirigente recordó que en la provincia de La Rioja intentaron despedir al secretario general del gremio judicial y fue “la lucha de los trabajadores la que lo devolvió a su puesto”.

El dirigente gastronómico y secretario de Finanzas de la CTA a nivel nacional, Daniel Jorajuría, indicó que “ya es tiempo de terminar con la discriminación a las nuevas organizaciones sindicales en la Argentina y de que rija la libertad y la democracia sindical en nuestro país”. Y dedicó unas palabras a los legisladores nacionales: “Este Congreso, en la década del 90, destruyó toda la legislación del trabajo. Pero, qué casualidad, hubo una ley que no modificó: la 23.551, de asociaciones sindicales. No la tocaron porque es la ley necesaria para que los grupos económicos dominaran a los trabajadores en nuestro país”.

El cierre de la jornada

Luego fue el turno de Pedro Wasiejko, secretario adjunto de la Central, quien comenzó sus palabras con un saludo a su par, Pablo Micheli, quien se encuentra bajo tratamiento médico y no pudo estar presente en el día de hoy. “La CTA, si bien pide y merece la Personería Gremial, que le corresponde por derecho y por justicia, es una realidad a pesar de eso. Porque va a seguir creciendo, movilizando, construyendo de una punta a la otra del país y se va a convertir cada día en una fuerza cada vez más grande, que tiene la voluntad y la capacidad para garantizar en nuestro país que no haya retroceso en el orden democrático y que en ese sentido se pueda avanzar en la redistribución de la riqueza”, dijo el dirigente del neumático.

Y concluyó: “A nadie se le ocurre discutir cómo se organiza la Unión Industrial, la AEA, la Sociedad Rural o la APyME. Ellos tienen derecho a organizarse como les parezca. Pero parece que los trabajadores no. Los empresarios tienen derecho a opinar a dónde van los trabajadores; el Ministerio de Trabajo tiene derecho a opinar sobre el encuadre. Y los trabajadores ¿dónde están? ¿dónde se escuchan sus opiniones y sus decisiones? Por eso tenemos que seguir construyendo organizaciones fuertes, sólidas, con poder para discutir todas estas cuestiones”.

Finalmente, y para cerrar el acto, el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, reconoció: “Que la OIT haya enviado a Cleopatra Dumbia, a Horacio Guido y a Eduardo Bredo, que hayan estado esos referentes de la OIT que representan el máximo nivel político de la Organización, reunidos más de tres horas con la conducción de la CTA y con representantes de 22 organizaciones que al igual que nosotros luchan cada día por el reconocimiento, por la personería, la igualación de derechos y el despido sin causa, que eso haya pasado es mérito de la histórica lucha de quienes dijimos que se puede construir un sindicalismo de clase, con historia de lucha y con presencia de compromiso por la distribución de la riqueza”.

“Nosotros creemos en la autonomía. La clase trabajadora y sus organizaciones no tienen que ser la correa de transmisión del Gobierno, de los partidos políticos y mucho menos de los intereses patronales de los grupos empresarios. Esa autonomía es la que nos da la posibilidad de imaginar un destino distinto. Para nosotros la autonomía es un principio irrenunciable. A veces algún periodista dice si la CTA para obtener la personería gremial se tiene que acercar más o menos al Gobierno. No se equivoquen: la personería gremial, la libertad sindical es un derecho que la clase trabajadora tiene que conquistar con la lucha. No es una gracia. Como decía Eva Perón, los derechos se conquistan luchando en la calle, movilizados”, agregó.

Y finalizó: “Que se tenga en claro: ser autónomos, y no ser neutrales, no significa ser alcahuetes de las medidas que van en contra de los intereses populares. Por eso reclamamos distribución. Y no habrá distribución de la riqueza con un decreto firmado desde arriba ni firmado por las patronales. La distribución de la riqueza va a ser posible si hay una fuerza social organizada que pueda dar una pelea, palmo a palmo, en un largo proceso, que no se va a hacer en un día ni en un año y que quizá nos lleve la vida a los que estamos acá, pero que se va a realizar a condición de que haya dos cosas: unidad del campo popular y organización con autonomía de la clase trabajadora”.
Un poco de historia

Desde 1998, la Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA) viene desarrollando diversas iniciativas ante los gobiernos de nuestro país, pero también ante entidades extranjeras y la Organización Internacional de Trabajo (OIT), reclamando mayor libertad y democracia sindical, además de la necesidad impostergable de dar a la CTA el reconocimiento de la personería gremial. Ya van 12 años sin respuestas.

El organismo internacional ha emitido infinidad de resoluciones, envío de comisiones, exhortaciones y solicitudes ante los gobiernos de Argentina, sin haberse aceptado el pedido.

“Discutir la libertad y la democracia sindical no es un ejercicio retórico. No se trata de polemizar sobre modelos sindicales en abstracto. Por el contrario, remite a la vida concreta de miles de trabajadores que sufren en carne propia el atropello y la impunidad patronal”, dijo la CTA en el día de hoy.
También frente al Correo

En el marco de las medidas aprobadas por el Congreso Provincial de la Asociación Trabajadores del Estado de la provincia de Buenos Aires (ATE-CTA) se realizó hoy un acto frente a la sede central del Correo para exigir la reincorporación de los 70 compañeros despedidos, entre los que se encuentran los delegados de esa organización.
Hugo “Cachorro” Godoy, titular de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA) y de la CTA bonaerense, y Pablo Orellano, delegado (despedido) de ATE en el Correo, hablaron en un acto improvisado en la calle.

Allí, Godoy saludó la manifestación diciendo: "Me llena de admiración y orgullo ver a los compañeros y compañeras sosteniendo la pelea, a pesar de la persecución, a pesar de los aprietes, a pesar de los despidos". Y agregó: "Después de muchos años de tener un sindicato amarillo amañado con la empresa, los compañeros aprendieron a tener confianza en su propia fuerza, por eso construyeron la organización de los trabajadores del Estado dentro del Correo, y saben que a pesar de estos golpes que vienen sufriendo, la dignidad y la capacidad de la fuerza organizada, la solidaridad de otros compañeros y compañeras del Estado en ATE nos permitirá llegar a la victoria".

Cabe consignar finalmente que, con motivo de la jornada de movilización dispuesta por la CTA para reclamar por libertad y democracia sindical, la Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios (CONADU Histórica) paró por 24 horas, mientras que los trabajadores de subterráneos lo hicieron por el ´termino de dos horas, entre las 12.00 y las 14.00.

 Informes: Nadia Mansilla y Corresponsalía Buenos Aires.

 Fuente: www.cta.org.ar