Queridas y queridos camaradas:

En nombre del Comité Central del MLPD quiero agradecer al PCMLE y al MPD de todo corazón por la invitación a éste XIV Seminario sobre los problemas de la revolución en América Latina.

Hace un año atrás hemos discutido aquí, que con la crisis financiera y económica mundial iniciada en el otoño del 2008 tenemos que ver con la crisis más profunda en los doscientos años del capitalismo, e intercambiamos opiniones sobre las consecuencias que de ello deben extraer los revolucionarios y los marxistas-leninistas.

Con las Cumbres del G-20 los gobiernos de las más grandes potencias imperialistas y del capital financiero internacional han llevado adelante una gestión de crisis hasta entonces desconocida. Eso tuvo, por encima de todo, una motivación política, pues los dominantes temían que pudiera estallar el potencial de crisis revolucionaria mundial inherente a la crisis. Para salvar a los bancos internacionales, para poner en marcha los programas coyunturales y amortiguar las consecuencias de las crisis sobre las masas se han empleado a nivel mundial aproximadamente 27 billones de dólares. Eso corresponde a cerca de la mitad de todo el producto mundial bruto anual.

Al comienzo de la crisis, en Alemania, se gastó mucho dinero para hacer determinadas concesiones a las familias y a los jubilados, para apoyar a la industria automotriz mediante un programa de “premios por desguace” y, para evitar despidos masivos principalmente en las grandes empresas industriales reduciendo las horas de trabajo o aplicando la jornada reducida subvencionada por el estado; mientras que los trabajadores en régimen de cesión o con contratos temporales, sobre todo los jóvenes, perdían rápidamente sus puestos de trabajo. Pero con todo ello el endeudamiento estatal fue llevado a extremos hasta entonces desconocidos. Ya en nuestro folleto Economía política burguesa ante los escombros, que hemos publicado en mayo del 2009 y que también se ha traducido a diversos idiomas, señalamos que la gestión de crisis burguesa de ninguna manera ataca este mal desde las raíces. Solamente puede amortiguar o superar temporalmente la crisis actual al precio de crisis futuras aún más profundas y amplias.
Mientras tanto ha surgido el agudo peligro de quiebra estatal en algunos países de la Unión Europea (UE), primero en Grecia, y ahora también en España y Portugal. El periódico “Frankfurter Allgemeine Zeitung”, un periódico de la gran burguesía alemana, escribía el 11 de mayo del presente: “La eurocrisis y los peligros que de ella se desprenden, [coloca] ... en la sombra a la crisis financiera internacional: ya no se trata tan sólo de evitar la quiebra de bancos, sino de Estados”. Es indudable que la denominada “eurocrisis” representa, en realidad, una nueva cualidad de la crisis financiera y económica mundial.

La gestión de crisis internacional ha caído ella misma en una crisis.

La competencia entre los diferentes supermonopolios y los poderes imperialistas vuelve a colocarse en el primer plano.

En Grecia, un país capitalista pequeño y dependiente, los estados más poderosos de la Unión Europea querían establecer un ejemplo en cuanto a la imposición de su programa que descarga el peso de la crisis sobre las masas. Disminución salarial, despidos en el sector público, recorte de las pensiones por jubilación, elevación del impuesto al valor agregado (IVA); todo ello pertenecía al llamado “programa de ahorro” del gobierno socialdemócrata PASOK. En toda Europa y, particularmente también aquí, en Alemania, se desató a través de los medios de masas burgueses una campana difamatoria despreciando a las masas. Según ella, el pueblo griego habría “vivido por encima de sus posibilidades”, era “corrupto y ocioso”, y, en general, sólo existían “griegos en quiebra”.

Cuando hace algunas semanas también el gobierno alemán introdujo un cambio de rumbo, tratando de estrujar de las masas los costos de la crisis, especialmente del endeudamiento estatal, mediante un así llamado “Programa de ahorro”, comenzó a cursar un refrán en las manifestaciones de los lunes, en los colegios y las empresas: “¡Todos somos griegos!”
Sabemos que la gestión de crisis internacional atizó de nuevo la especulación en todo el mundo y con ésta ha surgido una serie de nuevas burbujas especulativas, las cuales podrían estallar con la menor interrupción de las operaciones de pago. Esta inminente reacción en cadena, que ha vuelto sumamente vulnerable al sistema imperialista mundial debido al entrelazamiento y la dependencia mundial de los flujos financieros, impuso la necesidad de esta nueva y extraordinaria gestión de crisis. Una cumbre de crisis caza a la otra y el euro ha perdido el 20% de su valor frente al dólar norteamericano. El parquet financiero internacional se parece a un campo minado sobre el cual tienen que moverse los gobiernos y los monopolios.

Nosotros en Alemania tenemos que ver con una crisis política latente cada vez más profunda, que cada día se expresa en nuevas peleas de los partidos miembros del gobierno; ya se viene especulando, cuándo el gobierno Merkel/Westerwelle llegará a su término. Mientras tanto, de forma totalmente sorpresiva, ha renunciado el presidente del Estado alemán, Horst Köhler.

Los dominantes se preparan intensamente para una agudización de la lucha de clases mediante la fascistización del aparato estatal. Eso incluye la promoción de fuerzas fascistas y racistas, pero también en particular el perfeccionamiento de la vigilancia de las fuerzas progresistas y revolucionarias a través de los servicios de inteligencia, lo cual está coordinado a nivel europeo.

Ya desde el 2006 fue lanzada una campaña anticomunista por el Consejo Europeo en todos los países europeos. En la radio, prensa, televisión, películas y libros se ha desatado un bombardeo ideólogico sobre las supuestas crueldades del comunismo, en particular del "estalinismo" y del "maoísmo". Su meta declarada es estigmatizar a la ideología comunista entre las masas como la "raíz del terrorismo internacional".

Nosotros juzgamos a esta campaña anticomunista de la Unión Europea como un fracaso. En general, la tendencia a la izquierda entre las masas no pudo ser parada. Según una encuesta de un instituto burgués de febrero de este año, el 82 % de los encuestados en Alemania expresaron que podían imaginarse vivir en una sociedad socialista.

Nosotros sabemos que mucha gente sólo tiene una idea muy vaga sobre una sociedad socialista. Es por ello que la tendencia a la izquierda favorece en Alemania en primer lugar al Partido de la Izquierda (Die Linke), que ha surgido de la unión de un sector reformista de izquierda, dividido del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), con el PDS, nacido del SED revisionista de la anterior RDA. Este partido declara como meta un "socialismo democrático", en el cual será abolida la explotación y opresión del hombre por el hombre. Pero lo quiere imponer sin abolir el capitalismo y sin una transformación revolucionaria social.

Ellos se refieren, una y otra vez, a las experiencias en Latinoamérica, particularmente en Ecuador, Bolivia y Venezuela y suspiran por una “transformación” pacífica, a través del camino parlamentario hacia el “Socialismo del Siglo XXI”.

Sobre la base de la lucha, el MLPD coopera con el Partido de La Izquierda en diferentes cuestiones. Sectores del Partido de La Izquierda han asumido reivindicaciones del MLPD y nosotros hemos apoyado tácticamente su candidatura al parlamento regional de Renania del Norte Westfalia donde nosotros, debido a razones de concentración de fuerzas, no hemos participado. Al mismo tiempo desarrollamos una lucha ideológica contra las ilusiones reformistas y revisionistas del Partido de La Izquierda.

Por supuesto que nosotros también apoyamos y defendemos a los gobiernos anti-impe¬rialistas en Latinoamérica. Pero también vemos el peligro, de que entre las masas se alimenten ilusiones sobre las posibilidades de un camino pacífico parlamentario hacia el socialismo. Hay que tomart en cuenta la situación en la cual que estos gobiernos de izquierda, como Chávez, Morales e incluso Correa, pudieron llegar a ser gobierno. Entonces hubo en Latinoamérica un desarrollo revolucionario, una efervescencia revolucionaria mas allá de las fronteras, con insurreciones, derrocamientos de gobiernos y poderosas luchas de masas. Con la instalación de tales gobiernos de izquierda, antiimperialistas, se calmó de momento esa situación. Pero nosotros sabemos que los imperialistas no se quederan tranquilos, que tarde o temprano van a tratar de cambiar a tales gobiernos, sea de modo furtivo como ha pasado con el gobierno de Kirchner en la Argentina, o a través de un golpe de Estado como en Honduras.

En tiempos de crisis los oportunistas también cambian su apariencia. Por ejemplo, en Alemania el Partido de la Izquierda exige con mucho ruido, entre otras cosas, la nacionalización de los bancos y su control a través del Estado. Pero con el cambio del propietario no se modifican las relaciones de propiedad. Para las obreras y obreros no existe una diferencia si son explotados por un propietario privado o estatal. Alemania es un Estado imperialista altamente desarrollado. Este actúa como capitalista colectivo ideal. La nacionalización del banco más grande en Alemania, que se hizo inmediatamente luego de iniciada la crisis, significa la socialización de las pérdidas de este banco y no tiene nada que ver con una democratización o incluso control por las masas.

Lo decisivo es la cuestión del poder. Recién un Estado obrero, la dictadura del proletariado, cambia también la disposición sobre la propiedad. Ya Federico Engels senalaba el equívoco, de que la nacionalización sea en si misma un progreso. Lenin esclarcía que sin control no puede haber poder.
La línea divisoria entre reformismo y revolución, tema que trata este Seminario, transcurre en torno a la cuestión del poder y la dictadura del proletariado. Con la nacionalización de importantes empresas o fuentes de materias primas en Bolivia o Venezuela tampoco se ha decidido ya la cuestión del poder; todavía sigue existiendo el viejo aparato estatal; monopolios internacionales siguen explotando a los obreros; una gran parte de los medios de comunicación está aún en manos de la reacción.
Capitalismo y socialismo son dos formaciones sociales irreconciliables.

Quien le cuente a la gente que el socialismo se puede introducir pacíficamente mediante elecciones parlamentarias, es ingenuo o un demagogo. Si se debe producir un auge del socialismo, entonces los marxistas-leninistas tendrán que enraizarse entre las amplias masas como alternativa revolucionaria contra la ilusión parlamentaria de realizar relaciones socialistas a través de elecciones. Para esto se deben aprovechar conscientemente los espacios que tales gobiernos de izquierda, que no son anticomunistas, les abren a los marxistas-leninistas, para realizar un trabajo de convencimiento revolucionario entre las masas.

La tendencia a la izquierda en Alemania está, sin dudas, un importante nivel de desarrollo de la conciencia de clases, la cual, sin embargo, aún no es suficiente para una lucha de transformación social para una nueva sociedad. Por eso no podemos apoyarnos espontáneamente sólo en la tendencia a la izquierda, sino que tenemos que realizar una lucha intensa por el modo de pensar de las masas. El sistema del modo de pensar pequeñoburgués persigue la desorganización, desmoralización y desorientación de las masas. Estas sólo pueden aprender a tomar el camino correcto sobre la base de sus propias experiencias prácticas. Por eso es tan importante que se discuta con camaradería, sobre la base de la lucha común, sobre sus intereses para el futuro y se superen las ilusiones pequeñoburguesas en la sociedad capitalista.

Cada dia son mas las personas, alas cuales se les hace evidente cómo una pequeña capa del capital financiero internacional dicta la vida de economías nacionales completas, dándose cuenta que el sistema imperialista mundial es afectado por un desarrollo propenso a las crisis. Esto será el motor que alentará a las masas a luchar para superar el capitalismo.

En tal situación prerevolucionaria damos, en nuestro trabajo de masas atención especial a la difusión de una cultura y tradición revolucionaria. Actualmente preparamos amplias actividades culturales para reflexionar sobre las lecciones de la insurrección armada contra el golpe de estado de Kapp/Lütwitz hace 90 años.

En aquel entonces hubo varios años de differentes luchas armadas revolucionarias en Alemania, comenzando con la revolución de noviembre de 1919 que tuvo el sello de Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo. Cuando en 1920 militares fascistas dieron un golpe, los obreros en toda Alemania se levantaron, por encima de los partidos, en una huelga general. Sin embargo, lo decisivo fueron los más de 50 mil obreras y obreros, en su mayoría mineros, que se unieron como Ejército Rojo del Ruhr y que con su insurrección armada en sólo tres días derrotaron ese golpe fascista. Estas experiencias revolucionarias son calladas casi siempre en las escuelas y universidades. Nosotros procuramos todo a fín de que la memoria fluya en la conciencia de las masas, especialmente en la clase obrera y su juventud.
Nosotros organizamos conjuntamente con diferentes autoorganizaciones de masas y trabajadores de la cultura, días y semanas de recuperación de la memoria, y lo hacemos con el objetivo de seguir la alternativa del verdadero socialismo entre las amplias masas dando pasos en la sostenida ruptura del aislamiento relativo al MLPD, de enraizar y, de acelerar la construcción del MLPD y su organización juvenil REBELL.

El sistema capitalista mundial trae de un lado la mayor riqueza de todos los tiempos, un impetuoso desarrollo de las fuerzas productivas, la preparación material en todos sus aspectos para florecientes relaciones socialistas. De otro lado, la propensión a la crisis del sistema imperialista mundial pone en cuestión la existencia de la humanidad: El hambre mundial ha alcanzado una dimensión sin precedentes, el dramático cambio del clima amenaza los fundamentos de la existencia humana, el peligro de una guerra imperialista que todo lo devore pesa hace décadas sobre la humanidad y, no por último, la sobreexplotación de miles de millones de personas ha causado la más grande y profunda crisis económica y financiera que sacude al mundo.

¡Pero las masas del mundo no quieren hundirse en la barbarie capitalista!
La política inhumana, por parte de la pequeña capa a la cabeza del capital financiero internacional, desafía el anhelo revolucionario de la humanidad hacia una sociedad sin explotación, opresión, miseria, destrucción del medio ambiente, falta de perspectiva para la juventud y guerra.

La derrota histórica del movimiento obrero, con la destrucción del anterior campo socialista mediante el revisionismo, trajo por décadas un espíritu de derrota, liquidacionismo, atomización y divisiones al interior del movimiento obrero y revolucionario internacional. Sin embargo, las duras luchas y disputas condujeron finalmente a templar a los revolucionarios, a variadas conclusiones y experiencias en la construcción de nuevos partidos revolucionarios, marxistas-leninistas; a incrementar la capacidad de los partidos para conducir las luchas de clases y; a comenzar su cooperación internacional.

Con gran satisfacción pudimos confirmar en el seminario organizado el año pasado por el PCMLE y el MDP, que el tiempo ha madurado para un nuevo nivel de la cooperación, más allá de los países individuales, entre los revolucionarios y antiimperialistas del mundo.

El año pasado también hemos informado sobre los preparativos de una primera Conferencia Mundial de la ICOR, la Coordinación y Cooperación Internacional de Partidos y Organizaciones Revolucionarios. Mientras tanto han avanzado y actualmente participan más de 60 partidos y organizaciones revolucionarios de todo el mundo.

Actualmente hablamos de una nueva cualidad del internacionalismo proletario, la cual es necesaria para realizar la revolución socialista internacional.

“Proletarios de todos los países, unámosnos! – el apremiante llamado de Carlos Marx y Federico Engels, al final del Manifiesto Comunista, sigue siendo la línea directriz de la lucha liberadora de la clase obrera y de los pueblos revolucionarios.

En ese sentido, agradezco, una vez más, la invitación y le deseo al Seminario un éxito total.

Más información y documentos del MLPD, en castellano y en otros idiomas, en Internet: mlpd.de

El folleto sobre la economía política también está traducido al castellano bajo el título: Stefan Engel: Economía política burguesa ante los escombros – Algunos complementos a la teoría marxista-leninista de las crisis.

Un análisis marxista integral sobre la nueva organización de la producción internacional, sus leyes inherentes y nuevas manifestaciones económicas y políticas, así como la completa preparación material del socialismo, se encuentran el libro de Stefan Engel: Crepúsculo de los dioses sobre el “nuevo orden mundial”.