La prepotencia del Presidente de la República, que arremete contra cualquier sector que se oponga a su pensamiento, supera cada vez más toda capacidad de asombro, pues además de agredir verbalmente en su monologo semanal a las diferentes organizaciones populares, ha iniciado una serie de procesos legales, con acusaciones como “terrorismo”, contra sus principales dirigentes.
Uno de estos casos es el de Marcelo Rivera, presidente nacional de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), quien permanece detenido desde hace ocho meses, acusado por los actos ocurridos el 8 de diciembre del 2009 en la Universidad Central del Ecuador, entre los que se incluye la agresión a Edgar Samaniego, actual rector.
Para el jurista Ramiro Román, abogado defensor del joven dirigente, actualmente la represión “se está haciendo una política de Estado, una política que persigue a los dirigentes populares, autoridades seccionales, gente dedicada a la lucha por días mejores para el pueblo ecuatoriano”. Todo esto en medio de un régimen donde los principales voceros del aparato judicial se muestran incondicionales con el presidente Rafael Correa. “El Presidente de la República, a través de la Fiscalía, criminaliza todo tipo de lucha, pues es esta entidad la que investiga y hace una cantidad de cosas directamente relacionadas con la seguridad interna”, señala.
El caso de Marcelo Rivera fue el inicio de toda una arremetida persecutoria, con la intención de desarticular a los movimientos populares, especialmente a la izquierda revolucionaria, pues otro de los casos es el proceso iniciado en contra de la prefecta de Esmeraldas, Lucía Sosa, y los detenidos en las protestas en La Concordia, entre los cuales se encuentra Rosaura Bastidas, concejala por el MPD de ese cantón. También hay que recordar procesos iniciados contra dirigentes como Mery Zamora, presidenta de la UNE nacional, Willian Pazmiño, presidente de este mismo gremio en la provincia del Guayas, entre otros. También está la acusación a dirigentes indígenas como Delfín Tenesaca, presidente de la Confederación Kichwa del Ecuador (ECUARUNARI) y Marlon Santi, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), quienes también se encuentran enjuiciados por terrorismo, entre otros.
“Se trata de desprestigiar a los dirigentes mediante la estigmatización, como fue en el inicio con Marcelo, a quien incluso el Presidente lo trató de vago, porque supuestamente tenía 30 años y seguía estudiando, agrediendo así también a los estudiantes de la Central al insinuar que todos quienes son de esa universidad son vagos. Este tipo de criminología del estigma la han venido haciendo todos los que estuvieron en el socialcristianismo y todos los ahijados de ellos, topando incluso a los grupos vulnerables“, expresó Román.
Hoy, tras ocho meses de intensa lucha por la libertad de un dirigente estudiantil que ha cometido el único delito de oponerse a todo lo que afecte a la comunidad universitaria, el pasado 30 de julio, el Juez Séptimo de Garantías Penales de Pichincha emitió el auto de llamamiento a juicio contra Marcelo Rivera, acusado de terrorismo, ante lo cual la defensa ha manifestado que continuará luchando hasta lograr que se haga justicia, a pasar de que se esté ejerciendo presión política sobre los jueces para que prevariquen en dicho proceso. “El caso de Marcelo es emblemático, porque se topa al más alto dirigente estudiantil del Ecuador, vamos a utilizar todos los recursos legales, un proceso penal como el de Marcelo no es aislado, yo creo que eso irá dando nuevas alternativas y la verdadera revolución que debe haber, porque esta revolución ciudadana deja mucho que desear”, concluye Román .

Por su parte, Delfín Tenesaca, presidente de la ECUARUNARI, afirma que “Correa en su discurso sigue siendo racista, continúa atacándonos por manifestar el descontento del maltrato hacia los pueblos indígenas, está buscando un problema muy serio atacando a los movimientos sociales; pero nosotros no vamos a responderle igual, sino de manera organizativa, no vamos a dejar tampoco que nos pisotee, pues trabajamos en forma comunitaria y tenemos claro que nos enfrentamos a un modelo económico neoliberal capitalista, pelearemos contra eso en lugar de ir contra la palabrería del presidente”.