La grita no puede refutar la solidez de las pruebas

La contundencia de los hechos revela que los pretextos y la grita pueden poco frente a lo que aquí consignamos:

1.- Agenda electrónica de Marcelo Odebrecht (MO), donde consta en forma indubitable: "aumentar a Keiko 500";

2.- Dos declaraciones incriminatorias del mismo Marcelo Odebrecht que corroboran su anotación anterior, señalando que 500 en la agenda de su celular incautado en Brasil es "500 mil dólares";

3.- Declaración inculpatoria de Jorge Barata de entrega de dinero a Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya, señalando el inmueble sanisidrino, con su dirección exacta, donde fue la entrega de 2 armadas de 500 mil dólares y una vía CONFIEP de 200 mil dólares más;

4.- "Aporte" encubridor de Jaime Yoshiyama a Fuerza 2011, que en realidad fue el dinero que previamente recibió de Odebrecht;

5.- "Aportes" también encubridores de varios familiares de Jaime Yoshiyama a Fuerza 2011, con el mismo esquema anterior;

5.- "Aporte" de Augusto Bedoya a Fuerza 2011, que fue más bien del monto dinerario que antes recibió de Odebrecht;

6.- Muchos falsos aportantes a Fuerza 2011 y Fuerza Popular para cubrir ingresos de Odebrecht;

7.- Testimonios de estos falsos aportantes a Fuerza 2011;

8.- Varios documentos contables y de otro tipo incautados en los diversos allanamientos de locales de Fuerza Popular y en casas de Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya.

El frondoso elenco anterior, entre otros filudos elementos de convicción, todos preexistentes, son más que suficientes para el pedido de la prisión preventiva en cuestión de Keiko Fujimori, Jaime Yoshiyama y demás imputados.

Con este macizo torrente probatorio las reiteradas negativas de Keiko y las de Yoshiyama con Bedoya son irrelevantes.