Esta es una sentencia que me dio uno de los “brillantes” asesores de Odebrecht a comienzos de los 80: Perú sigue siendo un país inviable.
Era un profesor en Salvador, Brasil, que abandonó poco despues OB. En una churrascada en la enorme casa en Casuarinas, aquí en Lima, del gerente de OB, mi esposa era brasileña, vi a las 3 pm. a un visitante. Mis amigos me dijeron: com licenza tenho que atender a un cara y tres gerentes fueron a la casa. La parrillada estaba buena, la música genial, pero tengo un ojo que se manda solo. Vi a alguien entrar a la casa y fácilmente identifiqué a Javier Díaz Orihuela, líder de Acción Popular. Después de 20 minutos, el susodicho cargaba una maleta de cuero negro, de salida.
Cuando los APs ponen a Belaunde, un magnífico gentilhombre, se olvidan de los Pestanas y los Tizones podridos y la honestísima Violeta Correa. Por ende Vitucho, Lescano etc.,
son insuficientes imperfectos o vivazos sin mayor destino.
La firma brasilera se expandía más allá de sus fronteras. Norberto Odebrecht, el abuelo, a quien conocí en Salvador, no era un alemán, era un sarara bahiano encantador. No era ningún bobo. Los constructores son así en todo el mundo: una argolla. Con Morales Bermúdez el constructor era Julio Vera y subcontrataba a Tizón. Cuando entra Belaunde el constructor era Tizón y subcontrataba a Vera. La cosa degeneró o se potenció y de allí viene el esquema de Musical Chairs desde Belaunde hasta PPK: ¡el que no baila se friega!
La minería no es diferente. No hay ninguna compañía peruana operadora realmente.
En el fujimorato, Benavides (padre, no el hijo), se adjudicaron vía Hokama, enormes minas, por lo que llamaban en el crack de 1929, An apple and a song. Ahí vinieron las fortunas de Bobby Letts y muchos otros. Al final todos vendieron, recibieron la plata, la invirtieron en fondos internacionales y la perdieron ¡casi toda!. Prueba de ello es que en el Forbes, los que estan top son los Belmont, que sí crearon un negocio de la nada (Yanbal, etc.).
Las mypes y pymes son engañatontos. Es la forma cómo el capitalismo salvaje quiere anular a los insurgentes económicos. Son empresarios y los degradan a emprendedores. Es decir, al amigo que te limpia el BMW, ya hace su supervivencia con ello.
En mi concepto las mypes y pymes son un esquema esclavizador del neoliberalismo, hoy absolutamente fracasado.
¿Y que podemos hacer? Simplemente nada.
Como me dijera el heroico general Bossio en los 70: hay que dejar que las pasiones florezcan.
Ni siquiera Mao llegó a una frase tan precisa.
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