La represión del complot contra el heredero del trono saudita, el príncipe Mohamed ben Salman («MBS»), ha provocado la huida de varios miembros de la familia real.

El rey Salman aseguró personalmente al secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo que nada sabía del asesinato de Jamal Khashoggi [1] pero en el reino se rumorea que su hijo, el príncipe MBS, exigió que le trajesen la cabeza cortada del “desaparecido” ex hombre de confianza del príncipe Al-Waleed, otro miembro de la familia real considerado además uno de los hombres más acaudalados del planeta.

En todo caso, el príncipe Ahmed ben Abdelaziz (ver foto), hermano del rey Salman, ha decidido instalarse definitivamente en Europa, probablemente en París. Ex ministro del Interior del reino, el príncipe Ahmed ben Abdelaziz tiene la reputación de ser reaccionario pero no corrupto y participó –en 2015– en las intrigas tendientes a impedir el fulgurante ascenso de MBS.

Un hijo y una esposa del difunto rey Abdallah se unieron al príncipe Ahmed ben Abdelaziz en el exilio.

[1«Jamal Khashoggi y el complot fallido contra MBS», Red Voltaire, 15 de octubre de 2018.