Quiero comunicar a usted mi intensa preocupación sobre las actividades malintencionadas del ‎régimen iraní, que atentan contra las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de ‎las Naciones Unidas, provocan inestabilidad en el Medio Oriente y amenazan gravemente la paz y ‎la seguridad internacionales. En este momento crítico, cuando estamos cerca de una eventual ‎expiración del embargo sobre las armas que se impuso a Irán en aplicación de la resolución 2231 ‎‎(de 2015), quiero subrayar las violaciones graves que ese país ha cometido y exhortar al Consejo ‎de Seguridad a velar por que el embargo sea prorrogado más allá del término actualmente ‎fijado hasta el mes de octubre. ‎

Desde que el Consejo de Seguridad impuso a Irán restricciones sobre el armamento, hace 13 años, ‎el régimen ha seguido haciendo proliferar el armamento avanzado en todo el Medio Oriente y ‎más allá, en violación de las resoluciones del Consejo, específicamente de sus resoluciones 2231 ‎‎(de 2015), 2216 (de 2015) y 1701 (de 2006). Irán no deja de transferir armas ilícitas a sus ‎intermediarios en Líbano, Irak, Siria y Yemen e incluso recientemente en Libia, desestabilizando ‎así toda la región. Esos innumerables violaciones han sido ampliamente demostradas por ‎numerosas fuentes, específicamente en cartas de queja presentadas por Estados Miembros de la Organización ‎interesados, en recuentos detallados publicados en los medios y en los medios ‎sociales, en informes de inteligencia nacionales e internacionales y, recientemente, en el informe ‎del Secretario General sobre la aplicación de la resolución 2231 (de 2015) del Consejo de ‎Seguridad (S/2020/531).‎

Libremente transportadas por todo el Medio Oriente y utilizadas por milicias armadas y grupos ‎terroristas, las armas avanzadas antes mencionadas constituyen una amenaza estratégica para ‎Israel y para el conjunto de la región. Hemos comprobado que en Líbano, el Hezbollah, grupo ‎terrorista que actúa por cuenta de Irán, había adquirido más de 150 000 misiles y cohetes cuyo ‎alcance les permitía atacar todo el territorio israelí. La gran mayoría de esos cohetes fueron ‎enviados desde Irán, en violación de la resolución 2231 (de 2015) del Consejo de Seguridad ‎así como de sus resoluciones 1701 (de 2006) y 1559 (de 1998). ‎

Actuando a través de su Fuerza Al-Quds, el régimen iraní no se limita a entregar ilícitamente ‎armamento al Hezbollah sino que además lo ayuda a desarrollar sus propias capacidades de ‎producción. Irán transfiere tecnologías avanzadas al Hezbollah así como la tecnología y el ‎conocimiento necesarios para la preparación de misiles mejorados y más sofisticados. Ese ‎proyecto aplicado en suelo libanés da lugar a la explotación de la población local ya que los civiles ‎son utilizados como escudos humanos para esconder la realización de actividades ilícitas, y ‎contraviene no sólo múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad sino también el derecho ‎internacional. ‎

Quiero recordar que, en numerosos llamados a la comunidad internacional y en cartas dirigidas a ‎la Organización, Israel ha advertido repetidamente sobre las actividades malintencionadas que ‎Israel realiza constantemente y ha denunciado esas violaciones proporcionando elementos ‎probatorios valiosos y verificados sobre el comportamiento irresponsable e ilícito del régimen iraní ‎en el Medio Oriente. Tomo nota, en ese sentido, del más reciente informe del Secretario General ‎sobre la aplicación de la resolución 2231 (de 2015) del Consejo de Seguridad, informe en el cual el ‎Secretario General sostiene esas alegaciones confirmando que los misiles crucero y drones de ala ‎delta utilizados para atacar blancos situados en Arabia Saudita eran de origen iraní y afirmando ‎inequívocamente que las armas y el material conexo capturados frente al litoral yemenita también ‎provenían de Irán. ‎

Teniendo en cuenta las violaciones flagrantes del régimen iraní contra las resoluciones 2231 ‎‎(de 2015) y 2140 (de 2014) del Consejo de Seguridad, sería inconcebible y catastrófico permitir ‎que se levante el embargo el 18 de octubre. Irán quedaría entonces totalmente libre de reforzar ‎su arsenal militar y de adquirir toda una gama de sistemas de armas, incluyendo artículos inscritos ‎en el Registro de Armas Clásicas, como tanques de guerra, vehículos blindados de combate, ‎sistemas de artillería de grueso calibre, buques de guerra, submarinos, aviones de combate, ‎helicópteros de ataque y sistemas de misiles. También quedaría en libertad de transferir ‎masivamente armamento a Estados renegados y organizaciones terroristas, intensificando la ‎amenaza que ya hace planear sobre sus vecinos y sobre toda la región. ‎

Exhorto a la comunidad internacional y en particular al Consejo de Seguridad a reaccionar con ‎rapidez y decisión ante las violaciones cometidas por el régimen iraní, recurriendo a todos los ‎medios necesarios para prorrogar más allá de su fecha de expiración, fijada para octubre, el ‎embargo sobre las armas impuesto a Irán. También solicito nuevamente que el Consejo de ‎Seguridad siga examinando las actividades del régimen iraní en el marco de las deliberaciones que ‎regularmente realiza sobre la situación en el Medio Oriente.‎

Agradeceré a usted que tenga a bien hacer distribuir el texto de la presente carta como ‎documento del Consejo de Seguridad. ‎