El 24 de julio de 1923, el Tratado de Lausana anulaba el Tratado de Sevres y creaba la Turquía ‎moderna respetando las exigencias de Mustafá Kemal Ataturk, quien ordenó restaurar Santa Sofía ‎y la ofreció a la humanidad, convirtiendo el templo en museo en 1934. ‎

El 24 de julio de 2020, precisamente en ocasión del aniversario del Tratado de Lausana, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ‎volvió a convertir en mezquita la antigua catedral del Imperio Romano del Oriente. ‎

La ceremonia fue concebida para glorificar la conquista del mundo por parte del islam y ‎el recuerdo de la toma de Constantinopla por el sultán Mehmet II, en 1453. El dignatario ‎religioso a cargo de la ceremonia (ver foto) incluso pronunció su prédica portando una cimitarra. ‎

Si bien el uso del edificio es un asunto exclusivamente turco, la ceremonia de reapertura de ‎Santa Sofía como mezquita fue un mensaje bélico dirigido al mundo.

Termina así el proyecto de ‎‎«alianza de las civilizaciones de las Naciones Unidas», proclamado en 2006 por el entonces ‎primer ministro de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y por el propio Recep Tayyip Erdogan. ‎