El presidente Vladimir Putin anunció al secretario general de la ONU que Rusia ofrece a los países del Tercer Mundo las 300 000 toneladas de fertilizantes rusos actualmente bloqueadas en los puertos de la Unión Europea por las sanciones occidentales contra su país.
El presidente Putin reiteró ese ofrecimiento ante el Consejo de los jefes de Estado y/o de gobierno de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS).
Rusia está además en disposición de garantizar con sus propios medios el transporte de esos fertilizantes por vía marítima.
Los fertilizantes son fundamentales para la obtención de buenas cosechas, principalmente los fertilizantes a base de fosfato, de uso indispensable en suelos pobres. Los fertilizantes nitrogenados se producen a partir de gas y Rusia es el segundo exportador de fertilizantes, sólo después de China.
Sólo los países ricos pueden comprar ese tipo de productos mientras que los países del Tercer Mundo generalmente no disponen de los fondos necesarios para obtenerlos, lo cual determina sus pobres resultados en el sector agrícola y los problemas que enfrentan para producir alimentos.
Según la ONU, las afectaciones que sufre en este momento el mercado mundial de fertilizantes –provocadas precisamente por las sanciones occidentales contra Rusia– provocarán automáticamente una caída considerable de la producción agrícola en 18 meses.
El propio secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha venido alertando desde agosto sobre el riesgo de que se produzcan hambrunas en numerosos países del Tercer Mundo. La cuestión de la exportación de grano cultivado en Ucrania es en realidad un tema muy secundario.
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