El acuerdo firmado entre el representante del nuevo primer ministro de Israel, Benyamin ‎Netanyahu (Likud), y el representante de su futuro ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-‎Gvir (Otzma Yehudit), prevé que este último tendrá bajo su mando una fuerza armada autónoma. ‎

El nuevo ministerio de Seguridad Nacional conservará las atribuciones del antiguo ministerio de ‎Seguridad Interior y dispondrá además de nuevos poderes: supervisará no sólo la policía nacional ‎‎(Mishtara) sino también la policía fronteriza (Magav), que dependía hasta ahora del ministerio ‎de Defensa. El acuerdo entre Netanyahu y Ben-Gvir prevé también la creación de una Guardia ‎Nacional de gran envergadura y la extensión de la movilización de las tropas de reserva como ‎parte de la policía fronteriza. ‎

Itamar Ben-Gvir es un discípulo del rabino Meir Kahane y reclama que los israelíes árabes sean ‎expulsados de Israel y la imposición de una teocracia. Ben-Gvir no esconde su intención de utilizar ‎la policía fronteriza para expulsar a la población árabe, tanto de confesión musulmana como ‎cristiana. El desarrollo ulterior de la policía fronteriza dependerá de los presupuestos que ‎le asigne el parlamento. ‎

El partido de Itamar Ben-Gvir controlará también el ministerio del Patrimonio, a cargo del ‎desarrollo del Neguev y de Galilea, cuya policía del medio ambiente podrá imponer su ley a los ‎beduinos. Ese partido presidirá la comisión de seguridad interna en el parlamento israelí, así como ‎su comisión especial para el Fondo de los Ciudadanos Israelíes, que supervisa los ingresos del ‎Estado provenientes de la explotación del gas natural, y un correligionario de Ben-Gvir será ‎nombrado viceministro de Economía. ‎

El ministro de Defensa del gobierno saliente, Benny Gantz, ha declarado que la creación «de un ‎ejército privado para Ben-Gvir [en Cisjordania] es peligrosa… y creará numerosas fallas de ‎seguridad». ‎

En todo caso, es muy importante entender lo que está sucediendo en Israel y no dejarse cegar ‎por los prejuicios. ‎

Hay varias formas de sionismo. Benyamin Netanyahu era un «sionista revisionista», adepto de ‎Zeev Jabotinsky –el padre de Netanyahu, Benzion Netanyahu, fue secretario particular de ‎Jabotinsky. En su juventud, Benyamin Netanyahu era seguidor de la afirmación de Jabotinsky ‎según la cual Palestina es «una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra», siendo por ende ‎favorable a la expulsión de todos los árabes. También sostenía que el Estado de Israel tenía que ‎extenderse «desde el Nilo hasta el Éufrates» –el concepto conocido como «Eretz Israel». ‎

A pesar de lo anterior, Benyamin Netanyahu fue, durante 16 años, un primer ministro más bien ‎moderado. Muchos creyeron que había evolucionado pero lo que en realidad hizo fue adaptarse ‎a las mayorías conservadoras que había reunido a su alrededor. ‎

Ahora, cuando los discípulos de Leo Strauss (los «straussianos») han llegado al poder en ‎Estados Unidos, cuando su amigo personal Volodimir Zelenski encabeza los «nacionalistas ‎integristas» en Ucrania, Benyamin Netanyahu estima que ha llegado el momento de realizar sus ‎sueños de juventud. ‎

Es de prever que en los próximos meses veamos en Israel pogromos antiárabes, colonias judías ‎que invadiendo las tierras de los campesinos árabes y envíos de armamento israelí al gobierno de ‎Kiev. ‎

En definitiva, la misma ideología está actuando en el Departamento de Estado estadounidense, ‎en Tel Aviv y en Kiev. ‎

Más detalles en los artículos:
 «¿Quién es el enemigo?», por Thierry Meyssan, 4 de agosto de 2014.‎
 «La descolonización de Israel está ‎en marcha», por Thierry Meyssan, 26 de ‎mayo de 2020.‎
 «Vladimir Putin en guerra contra los “straussianos”‎», por Thierry Meyssan, ‎‎5 de marzo de 2022.‎
 «Estupor de Israel ante los neonazis ucranianos», por Thierry Meyssan, 9 de ‎marzo de 2022.‎
 «¿Quiénes son los nacionalistas integristas ‎ucranianos?», por Thierry Meyssan, 17 ‎de noviembre de 2022.‎