El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, viajó de urgencia al Medio Oriente.
• En Israel, fue recibido por el primer ministro, Benyamin Netanyahu. Posteriormente se reunió con los miembros del gobierno y, finalmente, con el presidente, Isaac Herzog.
• En Jordania, Blinken fue recibido por el rey Abdallah II y por el presidente de la Autoridad Nacional palestina, Mahmud Abbas.
• En Qatar, fue recibido por el emir Tamim ben Hamad Al-Thani. Posteriormente se reunió con el primer ministro y ministro de Exteriores, Mohammed ben Abdulrahman ben Jassim Al-Thani.
• En Bahréin, el secretario de Estado estadounidense fue recibido por el príncipe heredero Salman ben Hamed Al-Khalifa.
• En Emiratos Árabes Unidos, fue recibido por el príncipe Mohammed ben Zayed Al-Nahyan.
• En Arabia Saudita, el jefe de la diplomacia estadounidense tuvo que observar una larga espera antes de ser finalmente recibido por el príncipe heredero y primer ministro, Mohammed ben Salman.
• En Egipto, fue recibido por el presidente Abdel Fattah Al-Sisi.
• Para terminar, el secretario de Estado regresó a Israel, donde se reunió nuevamente con el primer ministro, Benyamin Netanyahu; con los miembros del “consejo de guerra” creado por el jefe del gobierno y, finalmente, con el ministro de Defensa, Yoav Gallant.

Desde Moscú, el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, sostuvo contactos telefónicos con:
• el primer ministro de Israel, Benyamin Netanyahu;
• el presidente de la Autoridad Nacional palestina, Mahmud Abbas;
• el presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sisi;
• el presidente de la República Árabe Siria, Bachar al–Assad;
• el presidente de la República Islámica de Irán, Ebrahim Raisi.

Es evidente que Estados Unidos y Rusia no abordan el conflicto de la misma manera. Estados Unidos envía un emisario a sus vasallos, mientras que Rusia se pone en contacto con los protagonistas.