Con motivo de examinar las propuestas de los diferentes países en relación a las políticas migratorias, se realizó el seminario “Jornada Hemisférica de Políticas Migratorias”, en el auditorio de la FLACSO, con el lema «Todas y todos somos extranjeros, no a la xenofobia».
Este magno evento contó la presencia de grandes expositores, todos dejaron en claro que la razón principal para la migración son las políticas económicas adoptadas por los diversos países en Latinoamérica.
La principal postura constituyó una oposición total a las políticas referentes a la materia migratoria de Estados Unidos. Se dejó claro que entre la trata de inmigrantes y el tráfico de los mismos no existe diferencia alguna, mas en la Constitución estadounidense solo se utiliza el término «trata» para referirse a la trata de blancas, y ni siquiera se toma en cuenta el tráfico de niños, cuyos órganos son utilizados vilmente por aquellos que sí pueden viajar legalmente, o el esclavista trato que se da a los emigrantes ilegales por parte las transnacionales, que abusan de su condición legal para pagarles míseros sueldos y ni siquiera entregarles seguro social.
En la exposición del chileno Diego Carrasco, delegado de la OSIM en Ecuador, «la política migratoria debe basarse en una igualdad de los derechos humanos, así como en liberalización de las fronteras, consiguiendo estos objetivos tras encontrar la igualdad general entre todos los países de América Latina».
Para Oscar Cachón, la única solución es «exigir políticas justas dentro de los países así como volver a mirar los convenios de El Salvador, para evitar el endurecimiento de las políticas migratorias de los países de Latinoamérica y el mundo». Según dijo a OPCIÓN, «los emigrantes pasamos de trabajadores a criminales y últimamente nos consideran terroristas», todo esto luego de los atentados del 11 de septiembre.
Los emigrantes son un grupo vulnerable, son víctimas de este modelo nefasto que se viene aplicando en el país y el resto del mundo, y por ello las políticas que a ellos afectan nos involucran a todos, ya que directa o indirectamente los emigrantes forman parte de nuestra familia y nuestra sociedad y sus remesas son básicas para que los pueblos logren salir adelante, ejemplo de esto es que en el año 2004 en Ecuador la segunda mayor fuente de ingresos para el PIB fueron las remesas enviadas por los emigrantes.
Es hora de decir basta a la xenofobia, a aquel miedo a lo desconocido, que en muchos casos es peor que el decadente sistema impuesto por las políticas neoliberales, como aquellas adoptadas por las transnacionales que nos venden una marca con una mujer blanca, alta, con cabello rubio y ojos claros, o un lujoso auto con un hombre que a más de ser rico y adinerado es alto y rubio. No es aquel al que nosotros vemos en la calle luchando, si no más bien es el que día a día nos oprime y no nos deja respirar, ¿por qué la Coca Cola no muestra a uno de los hijos de sus empleados, y nos vende a una semidesnuda modelo? ¿Acaso racismo? ¿o más bien política sexista? Porque es tan grande el interés por tener jóvenes sumisos a una red de televisión, cuyo mensaje en el fondo constituye una rotura de los valores, desde cuando aceptamos que nos tachen de subdesarrollados. Como el Ché diría: no somos subdesarrollados, ya que ser subdesarrollado es ser una especie de monstruo para toda la humanidad.
Es claro que se trata de volver a políticas fascistas, prueba de ello son las continuas agresiones policíacas a indígenas. Y precisamente dentro de la mal llamada «tierra de las libertades», en esta tierra en la que las agresiones a afro americanos y latinos son altas, en donde la «migra» caza a los ilegales. Esta mal llamada «América», que no es América, ya que el continente involucra a 42 países.
Finalmente, la continua muerte de latinoamericanos en la frontera, que más que frontera es un cementerio para todos los latinos, nos debe hacer recapacitar en si esta bien agachar la cabeza mientras desde el Norte nos envían un ejército para realizar un control migratorio, que involucra perder nuestra soberanía, porque so pretexto de evitar el ingreso de ilegales hunden barcos en nuestra Costa. Basta de decirnos tercermundistas, aceptemos la idea del Foro de que «Otra América sí es posible», una sin racismo, con igualdad social, en la que todos seamos iguales.
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