Con frecuencia se le reprocha a los alemanes el hecho de que su concepción del mundo (Weltanschauung) sea más importante que la realidad. ¡El credo ritual de los políticos con relación al 8 de mayo de 1945 es que fue un día de liberación! La realidad es diferente: ninguno de los aliados tenía como objetivo liberar a los alemanes que habían combatido obstinadamente por el Führer. El NSDAP contaba 8 millones y medio de miembros. Con excepción de la minoría de personas perseguidas por razones raciales o políticas, no había nadie a quien liberar. Se trataba simplemente de vencer militarmente y de ocupar. No para que los alemanes fueran mejor dirigidos sino para que no pudieran volver a hacer la guerra en 50 años. El gobierno fue disuelto y los alemanes perdieron todo derecho a la autodeterminación. Se dirá que se trató de una capitulación, pero que trajo la libertad y la democracia, que sería a fin de cuentas una liberación aunque haya sido impuesta contra la voluntad de los liberados. En la actualidad, situaciones semejantes se producen en Afganistán o en los Balcanes. La invasión de Irak por los estadounidenses también tenía como base la liberación. Se olvida que Stalin instauró una dictadura comunista en el este, que fue decisivo en la victoria sobre el régimen de terror nazi pero que no vino como liberador. Mientras que los británicos y los franceses declaraban la guerra a Alemania, Stalin marchaba sobre Polonia y firmaba un acuerdo con Hitler. Utilizó la victoria de los aliados para establecer su dictadura sobre la mitad de Europa. Al oeste, los soldados compartieron el chocolate, en el este violaron a cerca de dos millones de mujeres y fusilaron a decenas de miles de civiles. Los soldados del Ejército Rojo se comportaron como fascistas. Después de las tropas llegó la policía secreta y más de tres millones de prisioneros de guerra y civiles acabaron en los campos. Más de 100 000 personas fueron encarceladas en el territorio de la antigua RDA. Decenas de miles murieron en los nuevos campos que a menudo eran los mismos de antes, como Buchenwald y Sachsenhausen. Dos millones y medio de alemanes perdieron la vida en los territorios ocupados por el ejército soviético.
No se trata de transformar a los verdugos en víctimas, pero el terror soviético posibilitó la instauración de dictaduras comunistas. Las esperanzas de democracia se esfumaron rápidamente. Los tribunales militares de Alemania condenaron también a miles de antifascistas y demócratas. Como por burla, el Partido Socialista Alemán (SED), dictadura soviética de exportación, llegó a hacer del 8 de mayo su fiesta nacional. Hablar de día de la liberación en Alemania es quitarse un peso de encima. Si los alemanes fueron liberados en mayo de 1945, se convirtieron en víctimas de una dictadura. Con esta conciencia se soportan mejor los crímenes del nacionalsocialismo.

Fuente
Die Welt (Alemania)

Die Welt
Referencia: «Zweierlei Kriegsende», por Hubertus Knabe, Die Welt, 20 de marzo de 2005.