Al producirse el nombramiento de Christine Lagarde para el puesto de ministra de Comercio Exterior del gobierno Villepin, la Red Voltaire manifestó su indignación por el hecho de que la industria norteamericana entrara al gobierno francés. Esta vez es el clan Bush el que entra de forma espectacular a la industria francesa.
Quien fuera secretario de Energía de la administración Bush entre 2001 y 2005, Spencer Abraham(en la foto con George W. Bush), acaba de ser nombrado director de Areva Inc., la filial norteamericana de la empresa nacional francesa de energía nuclear.
Las empresas estadounidense y francesa son sin embargo competidoras. En días anteriores, los presidentes Jacques Chirac y George W. Bush visitaron sucesivamente Nueva Delhi para vender sus centrales Areva y Westinghouse.

Cofundador de la Federalist Society, think-tank de extrema derecha que llevó a George W. Bush al poder a pesar de la voluntad de los electores, y director de uno de los más discretos servicios secretos del mundo durante cuatro años, Spencer Abraham estará inmerso en los asuntos de la más estratégica empresa francesa. Estará así encargado de hacer avanzar los intereses de esta última mientras florecen los proyectos de construcción de nuevos reactores debido a la crisis energética que sacude al continente norteamericano.

Desde los años 70 y el incidente de Three-Mile Island, el desarrollo nuclear civil se encontraba en un punto muerto, lo que no impedía que la tecnología estadounidense de reactores Westinghouse hiciera una seria competencia a su equivalente francesa en el plano internacional.
Para disipar todo temor de injerencia, Spencer Abraham asegura que sólo será un director «no ejecutivo», mientras que Anne Lauvergeon, presidenta y directora general de Areva alaba su «conocimiento y autoridad únicas» como principal abogado del renacimiento nuclear en los Estados Unidos.