Durante su presencia en la puerta del canal el personal en conflicto recibió la solidaridad de distintas organizaciones sociales.

La salvaje medida patronal fue una clara represalia contra el personal luego que ayer se cumpliera de manera masiva la retención de tareas dispuesta por los trabajadores y la UTPBA a raíz de la reiterada negativa empresaria de atender los reclamos por incumplimiento del convenio e incremento de salarios, entre otros planteos, que serán tratados en una audiencia a realizarse en el Ministerio el próximo miércoles 13, según se convino hoy en el acto donde la cartera laboral dispuso la Conciliación Obligatoria.

A las 6 de la mañana, horario en que ingresa el primer turno del día, los trabajadores y el prosecretario gremial de la UTPBA, Edgardo Miranda, fueron informados del despido de siete periodistas.

Inmediatamente todos los trabajadores de prensa reunidos en la puerta del Canal decidieron por unanimidad no retomar las tareas hasta tanto no se reincorpore a los despedidos.

La decisión empresaria se da en el marco de reiteradas denuncias de los trabajadores de prensa del Canal y la UTPBA contra la dirección del canal, no sólo por no respetar el Convenio del sector, sino por su decisión de desconocer la condición de periodistas - trabajadores de prensa de quienes allí cumplen tareas en ese sentido, bajo el argumento de que se trata de un Canal que no es de noticias.

Asimismo los trabajadores de prensa del canal junto con su organización insistieron en señalar una serie de irregularidades ante las autoridades laborales, como la polifuncionalidad, la desregulación de los derechos profesionales y laborales, el manejo discrecional y autoritario para con el personal, la persecución gremial y las amenazas e intimidaciones frente a cualquier intento de organización interna que defienda los derechos del personal.

Este proceso iniciado hacer alrededor de tres meses, durante el cual los representantes empresarios mostraron escasa predisposición a dar real solución a los problemas planteados, tuvo una abrupta interrupción el pasado lunes 20 de noviembre, cuando en una actitud unilateral e irresponsable, la patronal no sólo dio por finalizado el diálogo sino que hizo destempladas amenazas ante la posible reacción por parte del colectivo de trabajadores por medidas que se suscitaran a raíz, precisamente, de esa arbitrariedad de la empresa.