por Fabio Parra Beltrán; fabio_parbelt@hotmail.com

El diario El Tiempo, monopolio informativo nacional, abrió una encuesta en la que sus lectores eligieron al Senador del Polo Democrático Gustavo Petro, opositor al gobierno, como el colombiano más destacado del 2006, por su estilo franco y directo, por ser el mejor congresista, oportuno en sus denuncias, y haber sido fundamental en el desenmascaramiento de los políticos paramilitares o socios de estos. En la decisión le siguieron el empresario Samuel Azout presidente de la cadena de supermercados Carulla-Vivero y la cantante Shakira, el Presidente Uribe Vélez ocupó el séptimo lugar.

Pero el senador Petro, quien en uno de los pocos debates inteligentes que hubo en el segundo semestre en el Congreso, al probar públicamente el manejo que los paramilitares hacen de la política en la costa atlántica colombiana, fue simplemente quien abrió la puerta para que todo el país supiera lo que ocurre en algunas zonas donde el imperio del terror aun persiste mancomunado con la peste politiquera. El Senador lleva varios años denunciando estos hechos, pero le faltaban pruebas contundentes para que la justicia contara con un acervo probatorio contundente para tomar decisiones en los casos evidenciados. Contó Petro con la suerte que mientras presentaba las pruebas en el Congreso, la Corte Suprema de Justicia llamaba a juicio a varios senadores y ex parlamentarios que él denunciaba.

El rompecabezas que trasnochaba al senador y a la justicia empezó a armarse tras un allanamiento adelantado en Santa Marta en marzo de 2006, en el cual las autoridades encontraron el computador personal de Rodrigo Tovar Pupo, líder paramilitar conocido con el alias de “Jorge 40”, en el que claramente se vislumbran las relaciones entre paras y políticos, lo que se ha considerado como el inicio de un segundo proceso 8000, similar al adelantado contra los políticos financiados por el narcotráfico en los 90’s en el cual estuvo investigado el entonces presidente Ernesto Samper Pizano.

Al analizar los datos encontrados en el computador las autoridades descubrieron como funciona la macabra estructura de los grupos paramilitares; conocieron los móviles de cientos de asesinatos cometidos contra lideres sociales después de iniciado el proceso de paz con estos grupos de autodefensas. Igualmente se encontró la lista de los políticos socios o beneficiarios del apoyo económico y electoral de los grupos paramilitares en los departamentos del norte del país; también aparecen relacionados los contratos con gobernaciones y municipios que administran ellos. Esto se suma a las denuncias contra funcionarios del Departamento Administrativo de Seguridad “DAS” por poner la entidad al servicio del terror paramilitar.

AL finalizar el año, ya son varios los parlamentarios que han perdido la investidura por el escándalo parapolítico y se espera que la cifra supere los 20 congresistas. En algún momento se aseguró que los terroristas comandados por Salvatore Mancuso contaban con el 35% del parlamento, lo que ahora se reafirma con pruebas. Ya algunos han hablado antes que sean llamados por la justicia y se espera que en los primeros días del año sigan siendo desenmascarados senadores, representantes, gobernadores, alcaldes, concejales, militares, ganaderos, comerciantes, y demás personajes que han contribuido al estropicio de la institucionalidad del país.

Estos motivos, consolidan como personaje del año al computador de Jorge 40, ya que gracias a la información contenida y a otras denuncias presentadas, Colombia está develando una historia de muerte y destrucción que debe terminar por el bien de la Patria. Lo mejor que le puede ocurrir al país es que se destape el vinculo de la política y el terrorismo tanto guerrillero como paramilitar. El cumplimiento de la Constitución de 1991, como pide el Senador Petro, debe dejar de ser una utopía y este es un buen inicio.