La deshumanización de las estaciones de televisión cargará con la mayor culpa por la ola de suicidios de niños que está recorriendo el mundo después de que las cadenas comerciales repitieran una y otra vez el video clandestino del ahorcamiento de Saddam Hussein.

Alguno de los presentes en la ejecución se dio cuenta inmediatamente de la lasca que podría sacar en unos medios de comunicación que prefieren lo morboso y cruel a lo humano, grabó lo sucedido y lo vendió.

Ese afán por atraer televidentes brindándoles lo peor ha provocado que en varios países, incluyendo a Estados Unidos, se hayan producido hasta el momento siete muertes de menores entre nueve y 15 años por imitar el ahorcamiento de Saddam Hussein, repetido hasta el cansancio por las cadenas de televisión.

Impresionados por el hecho, un saudita, dos yemenitas, un paquistaní, un norteamericano, un argelino y una adolescente india murieron ahorcados para repetir lo que vieron en las pantallas más de una vez.

# Portal de la UPEC (Cuba)