Cuando conocí las cifras sobre el comportamiento económico del 2006, divulgadas por gobierno, empresarios y académicos, me di cuenta que nos quedamos cortos en la aspiración salarial, a propósito de la discusión sobre el incremento en el salario mínimo para el 2007.

Algunos académicos nos recuerdan que la metodología para medir el aumento de la productividad no se debe hacer con base en la diferencia entre el crecimiento del producto y la expansión ponderada del trabajo y el capital, que significa la productividad total de los factores y que se estima en 1.5%.

Argumentan otros, que esta cifra subestima la productividad del trabajo, medida como la diferencia entre el crecimiento del producto y el empleo, que es la que cuenta para efectos de la determinación del salario, y que este año estará alrededor del 5% por lo que un ajuste de este orden, inflación más productividad, compensaría la contribución de los trabajadores a la producción.

En correspondencia con quienes dicen que la economía va bien, el periódicoEl Tiempo, en su Editorial del 26 de noviembre, afirmó: “…en septiembre, el indicador de capacidad instalada de la encuesta de opinión empresarial de Fedesarrollo, mostró un record de 83 por ciento, superior a los guarismos de toda una década. Los recaudos tributarios estaban creciendo a septiembre a un 15.9 por ciento en términos reales. La demanda de electricidad en octubre creció al 4 por ciento, de nuevo uno de los registros más altos exhibidos en esta década. Los créditos para consumo están creciendo a la exorbitante tasa de 43 por ciento, mientras que los comerciales lo hacen al 19 por ciento y los hipotecarios, por primera vez desde la crisis, crecen positivamente y alcanzan un aumento anual de casi 16 por ciento. De otro lado, las proyecciones de los analistas indican que “el próximo año se puede mantener el buen momento de la economía”.

También para profundizar sobre lo anterior, la Revista Cambio y el periódico Portafolio llevaron a cabo una alianza estratégica para la elaboración de un importante estudio sobre la situación de la economía y sus perspectivas, publicado en Cambio del 27 de noviembre de 2006, que invitamos a analizar, aspirando a que dicha bonanza económica, evidenciada por los empresarios esté en correspondencia con la nueva actualización salarial, para cerca de cinco millones de trabajadores. Veamos: Sobre los indicadores, los empresarios plantean que las más diversas mediciones indican que la economía colombiana mantiene un ritmo de expansión superior al del promedio histórico reciente. Por esa razón, los cálculos de diversas entidades en torno al crecimiento esperado para el 2006 oscilan entre 5.5% y 6.5%, tal como lo dijo el propio banco de la República hace unas semanas. Esa cifra, alimentada por el crecimiento de la inversión y la demanda interna, sería la mejor desde 1978, en un escenario de relativa estabilidad de los demás agregados económicos.

Con el propósito de corroborar los resultados económicos benéficos para los empresarios y como argumento para que la actualización salarial sea lo mejor posible, retomo de manera textual algunas opiniones de los empresarios que hablan por sí solas.

“Nosotros prevemos que el crecimiento de la economía colombiana seguirá siendo muy positivo y no vemos mayores modificaciones en las condiciones actuales hacia el futuro. Con respecto al sector, vemos con satisfacción que el mercado doméstico que estaba creciendo por debajo de la economía, ha mostrado una tendencia al alza, con cifras muy interesantes y alentadoras. Esto nos permite decir que hay un cambio estructural, con valores de aumento de pasajeros por encima del 10%, que es muy bueno. En tráfico internacional, hemos visto crecimiento del 15% en promedio que esperamos se mantengan en 2007”. Fabio Villegas, Presidente de Avianca.

“Todos los elementos están alineados para que haya estabilidad económica. En lo que tiene que ver específicamente con la industria de la construcción 2006 fue muy bueno. En vivienda en particular, este año que termina es uno de los mejores de la historia”. Andrés Camargo, Presidente Constructora Colpatria.

“En lo que tiene que ver con el comercio, el sector está hipercompetido y anticipamos la entrada de nuevos jugadores, especialmente del Cono Sur. Para nosotros este año fue excelente en ventas y resultados financieros, además de los humanos, pues volvimos a ser calificados como una de las mejores empresas para trabajar en Colombia. Duplicamos la inversión en nuevas tiendas y proyectos de expansión en la escala de 100 millones de dólares”. Gonzalo Restrepo, Presidente de Almacenes Éxito;

“El gran negocio del año para el país fue romper con todos los récords de crecimiento en el sector externo lo que ha generado un importante impacto en la economía colombiana. Rompimos el récord en exportaciones, franqueando la barrera de los 25.000 millones de dólares, la mitad en no tradicionales, y duplicamos las exportaciones en el cuatrienio. También rompimos el récord en inversión extranjera, cifra que no se veía desde los años dorados del turismo”. Luís Guillermo Plata, Presidente de Proexport;

“Para Alpina el 2007 será otro año muy bueno. Esperamos un crecimiento menor que el de 2006 debido a que este fue un periodo pico en que la empresa creció cerca del 25%. En el que viene aspiramos a crecer 15% en ventas que sigue siendo una tasa sustancialmente superior a la de crecimiento de la economía”. Julián Jaramillo, Presidente de Alpina;

“Todos los indicadores muestran que en Colombia se está presentando el mejor momento para ingresar por la vía del desarrollo moderno. El cuadro general de la economía es ya bastante favorable. Somos un país de 130.000 millones de dólares de Producto Interno Bruto (PIB), con una población de 41.2 millones de personas, lo que se traduce en un ingreso por habitante ligeramente superior al os 3.000 dólares al año. Nuestro comercio exterior se acerca a 50.000 millones de dólares, es decir 40% del PIB y la inversión productiva representa algo menos del 25% del PIB.” Luís Carlos Villegas, Presidente de la Andi.

Para corroborar, aun más, la bonanza empresarial, la más reciente Encuesta de Opinión Industrial de la Andi reveló que para los empresarios del sector real, la principal preocupación es ahora la consecución de materias primas, cuando tradicionalmente factores como el contrabando o la baja demanda encabezan la lista.

Al hacer detenidamente una lectura de los planteamientos expresados en el estudio referido, no nos queda otra alternativa que exigir que la formidable rentabilidad económica adquirida por los empresarios, se evidencie en el aumento salarial, que mejore realmente el poder de compra y de esa manera amplíe el consumo que redundará en mayores utilidades a los empresarios.

Por lo tanto, Gobierno y empresarios deben acoger, para bien del país, la propuesta sindical, pues como vemos, la aspiración salarial, está apenas en lo justo.